DUBLIN
La temporada de las marchas orangistas siempre ha marcado un punto y aparte en el calendario político del norte de Irlanda. Los acontecimientos que se desarrollaban durante los meses de verano en que los orangistas imponían su presencia en barriadas nacionalistas servían para puntuar el futuro del proceso de paz. Es por ello que el acuerdo alcanzado en el norte de Belfast entre orangistas y nacionalistas y el inicio de una campaña para la prevención de la violencia lealista durante los próximos meses lanzan una promesa de progreso positiva para el proceso. Inicialmente, en la tarde del miércoles, 14 de junio, se dio a conocer que representantes orangistas y nacionalistas habían alcanzado un acuerdo sobre la ruta del llamado Tour del Norte, que atraviesa el barrio católico de Ardoyne, escenario de escenas violentas el pasado verano. Ambas partes han acordado que un pequeño grupo de orangistas desfilará en el barrio, pero que se permitirá a un grupo de residentes expresar su desacuerdo con la marcha. Se espera que el éxito de esta iniciativa marque el tono para el resto de las marchas.
A este acuerdo se une el inicio de una campaña para prevenir la violencia en el norte de Belfast. Líderes comunitarios, religiosos y políticos se han unido en el mensaje de que una de las zonas más deprimidas en occidente ya ha tenido bastante de incidentes de violencia callejera. Veinte mil folletos y carteles serán distribuidos en escuelas, clubes juveniles y locales comunitarios en un esfuerzo por prevenir enfrentamientos en las áreas de contacto entre barriadas nacionalistas y lealistas.
El alcalde de Belfast, Pat McCarthy, del SDLP, mostró su satisfacción por la iniciativa. «En un momento en que estamos a la puerta de un avance importantísimo en las relaciones intercomunitarias, cuando se produce un trabajo sin precedentes para reducir tensiones, es vital que incidentes menores no lo transformen en algo más serio», apuntó McCarthy.
Por su parte, John Loughran, de Intercomm, apuntó al simbolismo de la presencia de religiosos protestantes y católicos y representantes de Sinn Féin y del UUP en la presentación de la campaña.