El referéndum catalán sobre el Estatut que redactaron en Madrid no el que se aprobó por inmensa mayoría en el Parlament de Catalunya copó ayer las primeras páginas de todos los periódicos. Y cada uno pintó el asunto con su propio color, claro.En “El País” se mostraban ufanos porque «Cataluña da un ‘sí’ masivo al Estatuto con una participación que roza el 50%». Y eso es algo así como ver la botella medio llena, mientras en “El Mundo” el color con que pintaban el asunto era otro, bien distinto, por cierto: «La mayoría de los catalanes da la espalda al Estatuto que les define como ‘nación’». El editorialista arrimaba el ascua a su sardina y hasta del desastre hacía virtud: «el PP no ha conseguido tampoco un gran número de votos negativos, pero puede consolarse con haber pronosticado la alta abstención». Como si el resto del personal no hubiera pronosticado exactamente lo mismoŠ
En “Abc” el titular era también interpretativo: «Sólo uno de cada tres catalanes apoya en las urnas el Estatuto del Tinell». Y en el editorial mezclaban churras con merinas: «El PSOE y el Gobierno de Rodríguez Zapatero han cosechado el mayor fracaso de la legislatura y, además, en la pieza clave de una estrategia general que engloba otras iniciativas para las que el presidente del Gobierno ya no puede sentirse respaldado». Se refiere al proceso en Euskal Herria.
Y también “La Razón” se congratulaba de lo ocurrido: «La mayoría de los catalanes da la espalda al Estatut de Zapatero».
Y, como también era previsible, “Deia” echaba las campanas al vuelo. O casi: «Apoyo rotundo al nuevo Estatut con la participación de la mitad del censo». Pues si sólo ha participado la mitad, lo de «rotundo» es un tanto exagerado, ¿no creen? Y en su editorial justificaban la apatía de los electores sentenciando que «el abstencionismo es un fenómeno lamentablemente asentado en las democracias maduras. Tratar de juzgar el resultado sumando la abstención al rechazo es hacer trampas al solitario». Y decir que es rotundo el apoyo a un texto cuando la mitad de la población ni siquiera lo vota es también hacer trampas al solitario. ¿O no?
Por eso tal vez sea más ajustado el titular que ofreció
al caso el “Diario de Noticias”: «El Estatut logra un amplio respaldo pero el 51
por ciento del censo no acude a votar». Pues eso, que la cosa ha terminado en
birria. Si se hubiera sometido el texto que salió del Parlament, las cosas
hubieran tenido otro color. - msoroa@gara.net