GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Iritzia > Txokotik 2006-06-20
Iñaki Lekuona
La otra colonia

Ayer en las colinas de Urruña, mientras los reporteros aguardaban la llegada de los ministros de industria Montilla y Loos y del lehendakari Ibarretxe, que debían inaugurar el gaseoducto Euskadour, un conocido miembro de los servicios de información de la policía gala departía amigablemente con, imagino, colegas españoles. En un castellano perfeccionado a lo largo de innumerables interrogatorios en los calabozos de la comisaría de Baiona, este responsable de los Renseignements Généraux explicaba a sus interlocutores que los campeones del 98 están viejos, que son unos abuelos que ya no pueden correr tras el balón. Qué bonito es el fútbol que une corazones.

El policía estaba apesadumbrado, como todo, perdón, casi todo el país. «Match nul», titulaba con dureza el principal diario deportivo galo en un juego de palabras nada fino que da a entender dos significados: empate y partido de mierda.

El país está desencantado. Tanto que los comentarios alcanzan al presidente de la República. Los hay que aseguran que Jacques Chirac está rezando en estos momentos para que una antigua colonia, Togo, no mande a los Bleus a su casita en una versión francesa del yankee go home. Y los hay que dicen que ya se están preparando los maletines para que los togoleses no jueguen a su ritmo, que por otra parte es el de un país en subdesarrollo. Luego nos venderán la moto con eso de la cooperación y de la fraternidad para con una antigua colonia.

Y no es de coña, que hay analistas que aseguran que a pesar de que todos los escándalos, huelgas generales y movilizaciones fogosas en las banlieues no han podido derribar a los chicos de Chirac, una eliminación del mundial puede costarle al jefe la presidencia y al delfín De Villepin su jefatura de gobierno. Cómo estará la cosa que el primer ministro llamó ayer a sus ciudadanos a «no denigrar al equipo de Francia», algo insólito en política, al menos en una política de sana democracia. Como insólito es que los ataques dirigidos hacia el equipo parecieran tener por objeto no a los once bleus, sino la clase dirigente del Gobierno. Ayer, frases como «una Francia mediocre» parecían hacer más referencia al todo tricolor que a la parte azul futbolera.

Por lo que parece, todo un país, todo un gobierno, todo un estado dependen de un partido de fútbol contra una antigua colonia africana. Y, cosas que tiene la vida, la France se la juega en otra Colonia. -


Iñaki Lekuona - Artikulo gehiago [..+]
 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Mundua
Los partidos catalanes ya están inmersos en la campaña electoral
Kultura
Una carpa para Chomsky en el Miramar
Euskal Herria
Imaz no considera «realista» que en la mesa haya partidos de Ipar Euskal Herria
Ekonomia
La UE reconoce que «el nivel de anchoa es muy bajo»
Ekonomia
Inauguran el primer tramo del gasoducto que abastecerá a ambos lados del Bidasoa
Euskal Herria
Procesados del 18/98 se «plantan» para exigir la suspensión del juicio
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss