Existe una página en internet (www.worldjumpday.org) en la que se nos invita a dar un salto para cambiar la órbita de la tierra. Concretamente, en una imagen animada se ve cómo es la órbita de la Tierra antes del salto y después del salto. El resultado es que la órbita de la Tierra se ha alejado del Sol.

Para hacerlo se nos pide que demos un salto a una hora determinada, en cada zona horaria a una hora diferente por razones obvias: al ser la Tierra esférica, si yo y una persona en mis antípodas damos un salto a la vez, éste se anula.

La lógica detrás de esta idea es la ley de la acción y reacción de Newton. Cuando doy un salto para levantarme también estoy impulsando a la Tierra a irse en sentido contrario. Cuando lanzo una bala, el rifle retrocede. Los gases que salen a mucha velocidad hacia atrás empujan al cohete hacia adelante. A una acción le corresponde una reacción. Además, dicen algunos, al caer, la persona vuelve a empujar a la Tierra.

Los patrocinadores dicen, si es que lo dicen en serio pues no está nada claro, que con una persona no pasa nada porque el efecto es minúsculo, pero que si lo hacen 600 millones de personas el efecto será muy notable.

Supongamos que la idea es correcta (que no lo es) y veamos 600 millones de personas cuánto somos. Supongamos que son personas de 70 kg. La masa total de los 600 millones de personas es de 4.200 millones de kg. Parece una barbaridad, pero nada más lo parece. La masa de la Tierra es de 5,98 por 10 elevado a 24.

Para que nos hagamos una idea, la masa de la Tierra es 7 billones (billones europeos: millones de millones) de veces la masa de los 600 millones de seres humanos. Es decir, que el saltito no se notaría.

¿Qué insignificantes somos, no?

Pero, además, hay algo más grave. Es erróneo. No es que el efecto sea minúsculo, es que no hay tal efecto. Para demostrarlo les voy a pedir que piensen que en el espacio tan sólo está la Tierra y una persona. Para simplificar la explicación vamos a pensar que el lugar donde está la persona hacia su cabeza es arriba y hacia sus pies es el de abajo. Es decir, como estamos acostumbrados a hablar.

La persona tiene un centro de gravedad y la Tierra tiene el suyo propio. La persona más la Tierra considerados como un todo tienen otro centro de gravedad que no es ni el de la Tierra ni el de la persona. Estará muy cerca del de la Tierra, pues ésta es enorme frente a la persona, pero no será el mismo punto.

La persona da un salto hacia arriba. Por la tercera ley de Newton, de acción y reacción, la Tierra se irá hacía abajo. Podemos verlo como que la persona es la bala y la Tierra la pistola que retrocede.

Perfecto, la Tierra se mueve hacia abajo. ¡Eso es lo que querían los promocionadores del World Jump Day! Pues sí, pero la historia no ha acabado aquí, la persona salta, pero llega un momento es que se para y vuelve a caer hacia la Tierra. ¡Atención a lo que viene ahora! La persona se cae hacia la Tierra porque la gravedad de la Tierra le atrae. Pero simultáneamente él atrae a la Tierra. Es decir, que él baja, pero la Tierra sube.

¿Y cuál es el resultado final? Que la Tierra se queda exactamente donde estaba. Es decir, que el salto no ha servido para nada (en relación con cambiar la órbita de la Tierra). No es que sea despreciable, es que es nulo. El centro de gravedad de la Tierra, después del salto, está en el mismo sitio.

Si los 600 millones de personas saltasen a la vez en el mismo punto, a lo mejor originaban un terremoto, pero no cambiarían la órbita de la Tierra. -