- Gusol, Rebrov, Shevchenko y un espectacular Kalinichenko firman la goleada -
Ucrania reivindica sus aptitudes
·Arabia Saudí no fue rival para un conjunto que jugó a placer y peleará con Túnez por la segunda plaza del grupo
ARABIA SAUDI 0
UCRANIA 4
BILBO
Consciente de que la goleada encajada ante Espana les obligaba a ganar a Arabia Saudí para poder seguir con vida en el Mundial, Oleg Blokhin alineó de salida un equipo mucho más ofensivo que en el debut. Rebrov y Shevchenko formaron la pareja de ataque rememorando viejos tiempos. Hace ya una década, ambos se dieron a conocer en aquel Dinamo de Kiev, que sorprendió a más de un equipo con mayor caché en la Champions League. El Barcelona, por ejemplo, les sufrió en su propias carnes ya que fueron los que lideraron el 0-4 que les endosaron en el Camp Nou. La entrada de Kalinichenko también fue decisiva. Su magistral actuación seguro que llama la atención de muchos clubes europeos. En la actualidad milita en el Spartak de Moscú.Si en su estreno la fortuna les dio la espalda al encontrarse con un resultado adverso a las primeras de cambio, ayer estuvo de parte de los ucranianos. Primero, con el inocente regalo de Arabia Saudí al ceder un saque de esquina de la nada y segundo por las facilidades otorgadas en defensa. Aunque parezca increíble, los ucranianos remataron la práctica totalidad de las jugadas a balón parado libres de marca. En una de ellas, el central Rusol adelantó a su equipo antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos del partido. Remató con la rodilla, pero se coló en la portería de los árabes ante la ineficacia de su guardameta. Los pequeños detalles deciden los encuentros y aunque en la posesión de la pelota las cosas estuvieron igualadas e incluso, se puede decir que Arabia demostró tener más toque y técnica a la hora de mover el balón, con su falta de pegada arriba y los errores infantiles en defensa fue imposible poner en duda la victoria de los amarillos. Si en el primer tanto la actuación del guardameta Zaid dejó mucho que desear, lo del segundo fue para echarse a llorar. Se resbaló y ni siquiera pudo reaccionar a un lanzamiento lejano de Rebrov. Con la ventaja en el marcador, Ucrania jugó a placer al ver que los saudíes apenas les inquietaban. Shovkovsky fue un espectador más y disfrutó viendo como sus compañeros aumentaban la diferencia.
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