El final de la clave de la estabilidad de la Real
Como Bakero va a ver cumplido su deseo de fichar a Diego Rivas, aunque para ello tenga que abonar la cláusula de rescisión en su totalidad, podrá alinear la próxima temporada un once formado por Bravo; Cifu, Juanito, Brechet, Rossato; Rivas; Novo, Stevanovic, Fabio Felicio;Skoubo y Kovacevic, jugadores por los que la Real habrá pagado unos 18 millones de euros sólo en traspasos. Al margen de la cuestión económica que el tiempo ha demostrado que se ha utilizado para pedir dinero a aficionados e instituciones para fichar jugadores y conseguir que la Real sea un club como cualquier otro, lo triste es eso, que ya lo es y que va a romper con la clave que le ha permitido estar cuarenta años ininterrumpidos en Primera, tener un vestuario dominado por jugadores de casa con un sentimiento colectivo y de compromiso con el club muy superior al resto. En el mismo vestuario al que se ha presionado para no cobrar una parte de sus salarios y a comprar acciones para obtener un dinero que destinar a sustituir a algunos de sus integrantes, habrá posiblemente por vez primera más extranjeros que vascos. El nuevo Consejo, que ha hablado demasiado de las herencias, heredó el mejor ambiente de vestuario de Primera y el mejor Sanse de la historia reciente, y apenas se mira al filial y se tira de talonario para tener un vestuario muy diferente con mucho riesgo y con un futuro inestable como el de otros clubes de estas características. - J. I.
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