- Westfalenstadion
La canarinha, a despejar dudas cometiendo un sacrilegio con Zico
DORTMUND
Brasil está obligado a cometer un sacrilegio hoy en Dortmund para despejar dudas en relación con su nada convincente comienzo en el Mundial de Alemania, y Zico, uno de sus hijos más apreciados, a hacer un milagro como técnico de Japón en busca del pase a octavos. La mayoría de los jugadores de la selección brasileña tienen como ídolo e inspirador a Arthur Antunes Coimbra «Zico», el técnico de Japón que llega a la última jornada del Grupo F con la necesidad de hacer casi un milagro: ganar a sus compatriotas y hacer fuerza para que un empate liquide el choque entre australianos y croatas. El sacrilegio de los brasileños consistirá en derribar a base de goles, y a ser posible muchos, para acallar a la inmensa crítica, las aspiraciones de Zico y sus pupilos que lo tienen más que complicado.
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