HOLANDA 0
ARGENTINA 0
IRUÑEA
Decepcionó un encuentro del que se esperaba mucho más ambos conjuntos reeditaron toda una final de un Mundial allá por 1978, en el que influyeron las notables ausencias de titulares, algunos de ellos por precaución ante una posible segunda amarilla, y el miedo a perder de los dos conjuntos.Holanda, que necesitaba ganar para evitar a Portugal, intentó abrir el campo para eludir la presión de los medio centros albicelestes Mascherano y Cambiasso, pero conforme fue avanzando el envite se fue diluyendo como un terrón de azúcar.
Los de Pékerman, más prácticos y sin practicar el fútbol espectacular exhibido ante Serbia y Montenegro, se limitaron a esperar en su campo a los tulipanes, para tratar de salir con rapidez al contragolpe amparándose en la velocidad de una inédita delantera, formada por Messi y Tévez.
El dominio del esférico era mayoritariamente tulipán, pero carente de profundidad y con escaso peligro. En cambio, las incursiones argentinas daban una mayor sensación de verticalidad y riesgo para la meta defendida por Van der Sar.
El cancerbero del Manchester United a punto estuvo de ver perforada su portería, tras un saque de falta escorado que Riquelme el mejor del partido botó raso y fue la propia defensa holandesa quien, al tratar de despejar el balón, lo mandó al poste, en la mejor ocasión de los sudamericanos.
Argentina acrecentó su presión y Holanda comenzó a sufrir en la salida del esférico. Ello propició otras dos buenas oportunidades de Maxi Rodríguez, que ayer también estaba con la caña preparada, pero que no mojó.
La segunda parte fue para olvidar. Los argentinos se encargaron de dormir el choque y los de Van Basten no supieron activar la alarma del despertador futbolístico que se les supone llevan dentro.