GAZA
Las tres organizaciones que tomaron parte en el ataque contra una base militar israelí al sur de Gaza y en el secuestro de un soldado israelí exigieron ayer a Israel la liberación de todas las mujeres y menores de edad encarcelados en ese país. «La ocupación israelí no obtendrá ninguna información sobre su soldado hasta que se comprometa a liberar a todas las mujeres y menores de 18 años de inmediato», aseguran en un comunicado difundido ayer. Según datos recogidos por el diario israelí “Haaretz”, actualmente 95 mujeres y 313 presos menores de 18 años se encuentran encarcelados en Israel.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, no tardó en responder que no negociará con los secuestradores.
Los tres grupos que tomaron parte en el ataque y el secuestro son los Batallones de Azedín al Kasem facción de Hamas, los Comités Populares de la Resistencia y el Ejército Islámico.
El recluta secuestrado Guilad Shalit, de 19 años, de nacionalidad israelí y francesa, fue retenido el domingo por los milicianos palestinos y se cree que está herido como consecuencia del ataque contra el tanque en el que viajaba.
Decenas de tanques, blindados y centenares de tropas del Ejército israelí se acantonaron al sur de la franja de Gaza a la espera de que el Ejecutivo diera luz verde para iniciar la operación. El Gobierno de Olmert amenazó con que si algo llega a sucederle al soldado, el Ejército irrumpirá en la franja palestina donde efectuará una incursión a gran escala. «Seré claro: no habrá amnistía para nadie», dijo el primer ministro.
Tensión en Gaza
Los palestinos de a pie siguen con ansiedad las noticias a través de la radio y la televisión, que informan constantemente del secuestro del soldado y los preparativos militares.
Las voces en las calles de Gaza reflejan opiniones encontradas. Unos consideran que fue una operación exitosa y el único lenguaje que Israel entiende, mientras que otros temen que la población civil acabe pagando las consecuencias.Ahmed Abu Aasi, un comerciante de Gaza cree que la operación fue «fantástica» y que muestra cómo los militantes de los distintos grupos obraron con inteligencia para infiltrarse atravesando la frontera (en Israel) y lanzar «semejante ataque, único y selectivo». En su opinión, «en los últimos años ha quedado patente que las negociaciones con Israel para la liberación de prisioneros palestinos nunca han funcionado y que Israel siempre ha liberado a los presos cuando ha habido secuestros y se requería un canjeo».
Abu Aasi, como otros muchos palestinos, dice no sentir miedo por lo que pueda suceder, incluso el extremo de una incursión militar israelí, porque afirma: «Ellos siempre han estado matando a nuestro pueblo día y noche y para ello emplean todos los medios. ¿Qué más pueden emplear contra nosotros?», se pregunta.
Otros residentes de Gaza, en cambio, se muestran contrarios al ataque contra la base militar israelí y el secuestro. Sallam al-Najjar, un taxista palestino se pregunta por la razón que ha llevado a las milicias a atacar Israel y secuestrar a un soldado cuando el presidente, Mahmud Abbas, y las facciones armadas estaban negociando un acuerdo de carácter global.
Por su parte, el jefe de Negociaciones de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, advirtió de que «la situación es realmente peligrosa, no nos enfrentamos a una operación a gran escala sino a una re-ocupación de la franja de Gaza», denunció.
GAZA
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, trabajaba intensamente con mediadores egipcios, árabes y occidentales para tratar de localizar al soldado. Asimismo, el portavoz del Gobierno de Hamas, Ghazi Hamad, afirmó que están trabajando con Abbas y Egipto para tratar de resolver al situación. «Creo que todos estamos interesados en evitar cualquier confrontación o derramamiento de sangre».
Por su parte, el parlamentario de Hamas Mushir al Masri advirtió a Israel de que no haga «actos estúpidos», porque «podría provocar un estallido en la región nuevamente». «Advertimos a los sionistas de que el asesinato de cualquier líder provocará que los brazos armados no se queden en silencio», manifestó.
Olmert responsabiliza de la seguridad del militar y de la espiral de violencia que se vive en los últimos meses en la región a todos los líderes palestinos. Desde Israel, también hubo movimientos diplomáticos y, como es habitual recurrieron a sus protectores, Estados Unidos. La ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, pidió ayer a la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, y al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que presionen a Abbas para lograr la liberación del secuestrado.
También la Embajada francesa en Tel Aviv trabajaba para liberar al soldado. Responsables franceses en París están en contacto con responsables palestinos y el embajador francés tenía previsto reunirse ayer con los familiares del soldado.
