Arcelor y Mittal confirman su unión por el beneficio logrado para los accionistas
Las siderúrgicas Arcelor y Mittal Steel confirmaron ayer su acuerdo de fusión, que deja fuera a la rusa Severstal y en el que los más beneficiados son los accionistas del grupo europeo, dada la sustancial mejora de la oferta de la anglo-india. Así lo reconocieron los presidentes de ambas empresas. El de Arcelor, Joseph Kinsch, aseguró que la operación no afectará a los puestos de trabajo de la firma europea pero los representantes de los trabajadores mostraron su preocupación porque el interés ha sido meramente financiero y por los antecedes de fusiones similares.
BILBO
«Es un matrimonio de compromiso y espero que se convierta en un matrimonio por amor», dijo el presidente de Arcelor, Joseph Kinsch, que aseguró que la operación de fusión con Mittal Steel no afectará a los puestos de trabajo del grupo europeo. En el mismo tono, el presidente de Mittal Steel, Lakshmi Mittal, dijo que «hemos cortejado a la novia durante cinco meses porque estamos enamorados» y confió en que «el matrimonio dure muchos años». El Consejo de Administración de Arcelor decidió el domingo por unanimidad aceptar esta unión «por conveniencia» y recomendar a sus accionistas la tercera oferta de Mittal Steel, que valora los títulos del grupo europeo en 40,4 euros. Arcelor ha accedido al compromiso, pero sólo cuando ha conseguido que la familia Mittal controle menos de la mitad de las acciones y derechos de voto de la nueva empresa y se haya comprometido a no incrementar su peso en la compañía resultante más allá del 45% Además arranca una tercera oferta de la anglo-india que mejora las precedentes e impone su modelo de gobierno corporativo, una de las señas de identidad de las que el grupo europeo se siente más orgulloso. El presidente de Arcelor subrayó que la nueva oferta de Mittal Steel «se ajusta al interés del grupo y al de sus accionistas» y demuestra, además, que las objeciones a la opa inicial «estaban fundadas». Kinsch destacó que el modelo industrial y la gestión de la nueva compañía estarán basados en los de Arcelor, más centrado en la creación de valor que en el volumen de producción. Por su parte, Lakshmi Mittal se mostró «encantado» del acuerdo con Arcelor, una operación «entre iguales» y confió en que los accionistas del grupo europeo respalden «una oferta muy atractiva». Mittal asumirá la presidencia del consejo de administración de la nueva compañía el año que viene, cuando se jubile Kinsch, el actual presidente. El consejo de administración estará compuesto por doce de los actuales consejeros de Arcelor y seis designados por Mittal Steel.
Preocupación sindical El acuerdo supone la paralización del proyecto de fusión de Arcelor con Severstal, a la que el grupo europeo podría tener que indemnizar con 140 millones de euros por la ruptura del preacuerdo. Entre los sindicatos no hay tanto optimismo. ELA afirmó que espera que la operación no vuelva a ser «la excusa que interfiera negativamente en las once plantas que el grupo siderúrgico tiene en Euskal Herria», que dan empleo a 3.800 trabajadores. El sindicato denunció que «en esta guerra de intereses financieros elitistas, se ha pretendido utilizar a los trabajadores de Arcelor» y afirmó que las anteriores compras y absorciones que han «padecido» las empresas del sector del acero ubicadas en Euskal Herria, han venido «precedidas de recortes de plantilla. CCOO afirmó que exigirá que se mantengan las condiciones vigentes ahora en materia laboral, actividad de las plantas e inversiones. UGT consideró positiva la fusión porque se ajusta a las condiciones planteadas por el sindicato en materia de empleo, compromisos de inversiones industriales, mantenimiento de las factorías y gobierno corporativo.
Por su parte, BBK y el Gobierno de Lakua, que participan con un 10% cada una en ACB, filial de Arcelor, señalaron que no se pronunciarán sobre la operación hasta conocer en detalle las consecuencias que se pueden derivar de la fusión. Los sindicatos CFDT y CGT de Arcelor consideraron que han primado criterios puramente financieros y más precisamente los bursátiles sobre los industriales y sociales, y temen reestructuraciones porque «de algún sitio habrá que sacar el dinero para los accionistas».
Primer fabricante mundial de acero
La nueva empresa, que se denominará Arcelor-Mittal, tendrá sede en Luxemburgo y se convertirá en el primer fabricante mundial de acero, con un volumen de producción anual estimado en 116 millones de toneladas al año, el triple que su inmediato competidor, Nippon Steel. La familia Mittal, propietaria del 87% del capital de Mittal Steel, controlará el 43% del grupo resultante de la fusión (con el compromiso de no superar el 45%). -
Moskun tristura, Bruselan «neutraltasuna» eta Parisen poza
MOSKU Arcelor eta Severstalen arteko egitasmoa bertan behera geratuko da Mittalena aurrera doan neurrian. Arcelorrek hitzarmena indarrean dagoela esan zuen, Administrazio Kontseiluak Mittal-Steelekin bat egiteko gomendioa egin duen arren. Hala ere, datorren ostiralean akziodunen batzarrak indargabetu dezake, Mittalen aldeko botoa ematen badute. Joan den maiatzaren 26an sinatu zuten Severstal errusiarrak eta Arcelorrek bat egiteko hitzarmena. Ordutik «asmo onez» jokatu duela adierazi zuen Errusiako enpresak eta hitzarmena «legezkoa eta bete beharrekoa» dela esan zuen. Errusiako enpresa harrituta agertu zen Arcelorrek bere proposamenean egindako aldaketak kontuan hartu ez zituelako. Hitzarmen horren arabera, Arcelorrek 140 milioi euro ordaindu beharko dio Severstalari kontratua eten nahi badu. Errusiako parlamentarien arabera, Arcelorren erabakia Mendebaldeko Europako herriek enpresa errusiarrak beren merkatuetan sartzeko beldurraren adibidea da. Victor Khristenko Industria eta Energia ministro errusiarrak ere «albiste txarra» zela esan zuen. Europako Batzordea, bestalde, «neutral» agertu zen Mittal-Steel eta Arcelor taldeen arteko operazioa dela-eta, eta EBko agintarien oniritzia jaso duela ekarri zuen gogora. «Operazioaren oinarrietan aldaketarik ez badago, ez dugu besterik esateko», nabarmendu zuen. Jacques Chirac, presidente frantsesa pozik agertu zen hitzarmena «adiskidetasunez» egin dutelako.
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