Encuentro entre Chirac y el líder polinesio
PARIS
La cumbre entre el Estado francés y dieciséis países de Oceanía dejó ayer varias declaraciones y situaciones para el recuerdo. El jefe del Estado francés, Jacques Chirac, por ejemplo, no tuvo inconveniente en responder a una pregunta sobre la independencia de los polinesios afirmando que «nadie cuestiona el derecho a la autodeterminación de los pueblos», para añadir su convencimiento de que los polinesios no apoyan hoy de forma mayoritaria la opción independentista. La frase fue pronunciada tras un breve encuentro entre el presidente francés y el actual presidente de la Polinesia bajo administración francesa, el independentista Oscar Temaru.
Pocas horas antes, el líder polinesio había declinado una solicitud de entrevista de Chirac, desaire que, según explicaron posteriormente, fue debido a un «lamentable problema de comunicación» (el encuentro posterior tuvo lugar lejos de los focos de las cámaras). Sin embargo, esa pequeña crisis fue reflejo de que en esa alejada parte del mundo París sigue teniendo un conflicto no resuelto. Chirac intentó desactivar la tensión y las reivindicaciones con una frase que no sostendría en un ámbito mucho más cercano, pero no logró ocultar la existencia de un problema pendiente.
Por otra parte, el jefe del Estado francés afirmó que París sigue absolutamente implicada en Oceanía y afirmó que siguen empeñados en modernizar la región y mejorar las relaciones con el Gobierno francés.Al respecto, Jacques Chirac destacó que apoya «los intentos de concretar procesos de integración regional».
Se trata de la segunda cumbre de este tipo, y tiene lugar diez años después de la suspensión de los ensayos nucleares franceses en la región de Oceanía, ensayos que provocaron un fuerte sentimiento de rechazo.
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