SUIZA 0
UCRANIA 0
IRUÑEA
Hasta tres penas máximas seguidas fallaron los suizos en la decisiva tanda de penaltis, tres errores que Ucrania supo aprovechar para conseguir en su debut un histórico pase a los cuartos de final, que le enfrentarán a la afortunada Italia. Los helvéticos, que merecieron mejor suerte, pecaron de inexperiencia en la lotería de los lanzamientos fatídicos.Cada uno con su estilo propio y bien diferente respecto al del rival, los primeros compases del choque se caracterizaron por la intensidad y el ritmo de ambas escuadras. Si alguien pensó que a priori se trataba de la eliminatoria de octavos de final con menor calidad sobre el terreno de juego, rápidamente ucranianos y suizos dejaron entrever que podían hacerlo mucho mejor que otros equipos de renombre.
Quizás por no haber un favorito en el duelo y salir convencidos al césped de que tanto uno como otro conjunto tenían las mismas posibilidades futbolísticas para poder medirse ante Italia en los cuartos, ambos combinados salieron, cada uno con sus armas, más dispuestos a perforar la portería contraria que a guardar la propia a cero.
En este apartado, las jugadas de estrategia volvieron a revelarse como fundamentales. Cada selección dispuso de una magnífica oportunidad para inaugurar el marcador a balón parado. Primero los de Blokhin a los veinte minutos cuando Kalinichenko botó una falta y Shevchenko remató de cabeza en una plancha muy difícil botando el balón y siendo repelido por el travesaño. Tres más tarde, la réplica suiza en las botas de Frei que lanzó un libre directo a la cruceta cuando Shovkovskyi ya estaba batido.
Wicky ya había puesto a prueba al guardameta del Dinamo de Kiev cuando aún no se había cumplido el cuarto de hora. La intensa presión de los ucranianos intentaban contrarrestarla los dirigidos por Kobi Khun con el movimiento rápido de balón de sus jóvenes y talentosos jugadores.
Respeto disfrazado de miedo
El respeto disfrazado de miedo se apoderó de la segunda mitad. Ni Ucrania ni Suiza apostaron por la dinámica de los primeros cuarenta y cinco minutos y sí más por guardar la ropa. Conforme fue transcurriendo el choque, al buen fútbol de toque y rapidez le fueron sucediendo las tarascadas y faltas continuas, ante la incomprensible apatía de Benito Archundia a la hora de aplicar justicia en forma de tarjetas.
Ejemplo de ello, los artistas helvéticos Barnetta y Cabanas protagonizaron sendas duras entradas que padecieron en carne propia la defensa ucraniana, pero que se quedaron sin castigo.Los de Blokhin no acertaban en las contras los suizos estuvieron muy bien colocados y sólo en una ocasión se pudo apreciar la calidad de “Sheva” con un disparo seco que se marchó fuera por poco. Al cansacio se le unió el calor, que ayudó a la deriva hacia un final mortecino a la búsqueda de un chispazo en la prórroga.
Con el alma en los pies, los veintidós protagonistas iniciaron otra nueva media hora, más pendientes de guarecer sus cuarteles de invierno que de intentar la conquista del territorio del adversario. El pivote del Milan Vogel tuvo la oportunidad de desequilibrar en el 99, pero su duro chut, tras recoger una pelota suelta al borde del área, acabó en las manos de Shovkovskyi.
Dos hombres de refresco Rebrov y Streller fueron los que pudieron evitar los penaltis, pero el cansancio acumulado restó precisión a sus respectivas ocasiones.
