BRASIL 3
GHANA 0
GASTEIZ
Muy lejos del comercial «jogo bonito» del que venía alardeando antes del comienzo del Mundial, Brasil logró ayer el pase a cuartos de final tras imponer la efectividad de sus delanteros ante una Ghana que en términos generales no fue para nada peor equipo que los pentacampeones pero que pagó muy cara su blandura en ambas áreas. Así, un tempranero gol de Ronaldo en un fallo a la hora de tirar el fuera de juego a los cinco minutos y un segundo tanto logrado en posición antirreglamentaria de Adriano sirvieron a una vulgar Brasil para terminar con el sueño africano en este Mundial de Alemania.Pese a haber logrado el pase más abultado de todo el cuadro, la selección brasileña sigue sin convencer a nadie aunque sigue pareciéndose cada vez más a la que obtuvo el título hace cuatro años en Corea y Japón, con un buen juego de contención que sólo ha encajado un tanto en cuatro partidos y aprovechando la velocidad y explosividad de sus jugadores de vanguardia, que para nada necesitan hilvanar el juego para perforar la meta contraria.
Como si hubieran intercambiado los papeles que han desarrollado durante la temporada, ahora mismo la explosividad de Ronaldo, que se crece en los torneos cortos, parece la mejor baza de la canarinha, mientras que la magia de Ronaldinho parece haberse apagado y el jugador del Barcelona está perdiendo su eterna sonrisa en un equipo con un juego con mucha menos continuidad que el de Fran Rijkaard.
No obstante, éste está siendo un Mundial en el que el peso de la camiseta y la historia está siendo clave y es en el área donde esos factores más pesan, convirtiéndose en clave. Sin muchos más argumentos que éstos, todo se le puso muy de cara a Brasil a los cinco minutos, cuando la defensa africana tiró muy mal un fuera de juego y dieron a Ronaldo todo el espacio del mundo para adornarse con una bicicleta ante el portero en el tanto que lo convierte en el máximo goleador de la historia de los Mundiales.
No obstante, pese a tener el marcador en contra y la ausencia de su líder Essien, Ghana encajó el gol mucha dignidad y solidaridad e impuso su centro del campo físico y batallador a un Brasil en el que las tareas defensivas están demasiado focalizadas en ciertos hombres.
Ghana, que se impuso en la medular y obligó a los «currelas» canarinhos a trabajar a destajo, dominó toda la primera parte, pero, falto de definición, se atascó en los últimos metros. Tras más de diez disparos a puerta, Gyan tuvo en un cabezazo a bocajarro la oportunidad de hacer justicia, pero Dida, casi sin quererlo, vio como el remate rebotaba en su pierna.
Por contra, con una efectividad a la que le faltó menos lucha de egos en otro contragolpe en el que Adriano trató de tapar su egolatría con un piscinazo para ser perfecta, Brasil decidió el partido al borde del descanso en otro contragolpe eléctrico en el que el jugador del Inter de Milán remato el servicio desde la derecha en fuera de juego no señalado.
Con todo decidido, o casi, Ghana tuvo el arrojo para no decaer en la segunda mitad, pero la historia se repitió y Ze Roberto redondeó el resultado en otro pase al hueco.