Tere Sáez - Coordinadora de Andrea
Atropellos y despropósitos
Lo de Pablo es injustificable se mire por donde se mire: Te acusan; te detienen irrumpiendo en tu intimidad; te deshonran el nombre; te mantienen retenido a pesar de no haber pruebas; te aíslan de tu familia y compañeros/as sin explicaciones, creando angustia colectiva; difunden mensajes criminalizadores hacia los periódicos en los que ejerces de directorŠ; te cambian la vida en unos segundos y pretenderán que aquí no haya pasado nada. Y todo esto, además de ser un atropello, refleja muy bien la locura en la que está inmersa una parte de la política del Estado Español.
El PP-UPN haciendo uso y mal uso de la justicia en su beneficio, junto con jueces dispuestos a hacer la mayores sandeces sólo por revanchitas, pago de pesebres, miedos a que salgan a la luz informaciones comprometidas sobre su persona y para colmo metidos en el juego de ver quién figura más que quien. Un PSOE que no acaba de tomar las riendas en este tema para pedir y exigir a los agazapados en la Audiencia Nacional que se retiren ya o que en su caso, la disuelva, ya que es una potestad que tiene el Gobierno. Estoy esperando unas palabras de María Teresa Fernández de la Vega en este sentido, de cordura y firmeza con el proceso democrático y la apuesta por la pacificación y resolución del conflicto vasco-navarro. Y digo ella, como Jueza de profesión y portavoz de este Gobierno. Creo realmente que ésta debería ser otra apuesta del proceso Zapatero: Quitar la Audiencia Nacional, por que no sirve más que para despropósitos, avalando detenciones injustas e ilegales, procesos de torturas y poniendo cortapisas a la verdadera democracia y a una vía dialogada de resolución de conflictos.
Pero también hay que pedir responsabilidades a jueces que, con sus actuaciones, han hecho y justificado comportamientos antidemocráticos y eliminatorios de derechos elementales para las personas, como la presunción de inocencia. Jueces que no se pueden, ni se deben ir de rositas después de haber hecho un mal moral y político a muchas personas, su entorno y su trabajo. Ya basta de impunidad para unos y de maltrato para otros/as. La justicia tiene que estar para garantizar los derechos comunes. Nunca para entorpecerlos. Si quieren decidir en cuestiones políticas, que se presenten a las elecciones y se expongan a ser aceptados o no. Reitero mi apoyo a Pablo Muñoz, su familia y compañeros/as de trabajo y me autoinculpo de hacer lo posible por presionar en favor de un proceso de paz. ¿Soy por esto colaboradora de algo extraño? Y acuso a quienes están entorpeciendo, amén de irresponsables, de cómplices con el dolor y el mantenimiento de la situación actual, y, por lo tanto, de querer que permanezca la violencia como opción política por ser fuente de réditos personales y políticos. Y lo que más quiero ahora, es que para cuando se lea esta carta, Pablo esté en su casa, con su gente y “Diario de noticias”, de Navarra y otras comunidades, con más ánimos que nunca. Se lo merecen. Nos lo merecemos. -
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