TVE ha decidido dar el espectáculo tanto en sus despachos como en su programación. En los despachos tiene sus coros en ciertas actitudes de algunos sindicatos que aceptan los despidos con alegría. En la programación el espectáculo es espectacularmente espectacular. Este calor me derrite las meninges.

En TVE todavía recuerdan que una vez tuvieron audiencias millonarias con "O.T.", que en estos últimos meses de derribo y desgaste solamente han logrado alguna satisfacción con los bailes de los famosos en "¡Mira quién baila!", con una Anne Igartiburu que ha ido, a mi entender de más a un poco menos, es decir que en las primeras entregas estaba mucho más espontánea y que en las últimas ha notado una especie de efecto Sofres, es decir sabedora de que el programa iba muy bien, se le notaba una tensión que le quitaba la alegría no forzada de las primeras entregas.

Decía que al rebufo de este éxito, y de tantos otros fracasos, han buscado repetir y repetirse, y nos han ofrecido dos formatos curiosos, “Los chicos del coro” realizado con internos del penal de El Dueso, una fórmula que une el reality con la integración, el documento social con el espectáculo aficionado. Cantan para escapar del tedio y tener sus minutos de gloria catódica. Algo digo, curioso, que no acaba de dejar claros sus objetivos básicos.

El otro es directamente una mezcla de todos los éxitos posteriores, condensados y aumentados, y con un título que no deja duda “Empieza el espectáculo”, y lo presenta una siempre activa Miriam Díaz Aroca, y tiene un jurado de supuestos especialistas, en donde, para nuestro asombro, aparece Jérôme Savary, un gran especialista del music hall, un gran creador, director de escena de renombre universal, actor, cantante, fundador del mítico “Grand Magic Cirkus”. Aquí lo vemos avalando este espacio, en ocasiones con intervenciones de sobreactuada dureza crítica. Lo que nos ofrecen es un espectáculo, con gente con posibilidades, con futuribles, profesionales desconocidos o aficionados bien dotados. Lo seguiremos porque es un entretenimiento con intríngulis. Un espectáculo en busca de su lugar. -