Comienzan los trabajos de desescombro en el edificio Jai-Alai
LAREDO
La residencia Jai-Alai presentaba ayer el mismo aspecto desolador con el que amaneció el jueves tras el incendio en el que encontraron la muerte cinco ciudadanos vascos que acudían habitualmente a Laredo para pasar sus días de descanso. No obstante, el edificio acogió durante la jornada las primeras labores de rehabilitación. El alcalde de la localidad costera, Santos Fernández, puntualizó que se trataba de un «desescombro parcial», en el que la prioridad era retirar los materiales que obstaculizaran la entrada a la urbanización o comprometan la seguridad del edificio. Una vez que la Policía Judicial concluya sus inspecciones y lo autorice así, los vecinos podrán regresar a sus apartamentos para recoger pertenencias y evaluar los daños registrados en cada vivienda.El alcalde acudió al lugar del incendio acompañado del responsable del Servicio de Emergencias del Gobierno autonómico de Cantabria, Maximino Sáinz. Ambos pudieron escuchar cómo se repetían las quejas de algunos vecinos que fueron testigos de lo ocurrido la madrugada del jueves. Mientras Sáinz se dirigía a los medios de comunicación para defender la actuación del cuerpo de Bomberos, varios vecinos de los pisos superiores del edificio le interrumpieron para desmentir sus palabras. Como reflejaban los testimonios recogidos en la edición de ayer este diario, las protestas incidían en que, aunque el único camión de bomberos con que cuenta Laredo localidad que alcanza los 200.000 residentes en verano llegó al lugar a los pocos minutos de la explosión, hubo problemas que demoraron la puesta en marcha de la manguera y de la escala. Otros tres camiones se desplazaron desde Santander, por lo que los vecinos también reprochaban que el tiempo de reacción no fue el que correspondía a la magnitud del siniestro. Por otro lado, según los informes de los servicios técnicos municipales, la estructura del inmueble no presenta problemas y los daños materiales no son tan cuantiosos como en un principio se temía. En cuanto a la investigación, que está siendo realizada por agentes de la Guardia Civil en funciones de Policía Judicial, todavía no se han hecho públicas sus conclusiones oficiales sobre el origen de lo ocurrido, aunque los primeros indicios avalan la hipótesis de una explosión por una fuga de gas propano. A la espera de poder regresar a sus viviendas, once vecinos fueron realojados por los servicios sociales municipales en unos apartahoteles cercanos a la urbanización Jai-Alai.
|
