GASTEIZ
La detención de Zigor Bravo se produjo alrededor de las 15.45 en Gasteiz cuando desde su domicilio se dirigía a su lugar de trabajo. Tal y como señalaron a GARA, agentes de la Guardia Civil lo abordaron en la calle y lo trasladaron al cuartel.Una vez ahí, le dieron permiso para hacer una llamada telefónica. De esta manera, pudo ponerse en contacto con sus familiares que, inmediatamente, se trasladaron al cuartel. Bravo tuvo dos minutos para explicarse que había sido detenido porque la Audiencia Nacional le ha abierto una nueva imputación.
Fuentes jurídicas citadas por agencias a última hora de la tarde, indicaron que el joven gasteiztarra está reclamado por la juez de instrucción Teresa Palacios en relación a la muerte en 2001 del funcionario de prisiones Máximo Casado.
Ahora, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide contra él ocho años de prisión por «colaboración con banda armada».
Libre y, luego, detenido
En el marco del amplio operativo que realizó la Guardia Civil en Gasteiz en 2001 que, entre otros, se saldó con la detención y encarcelamiento de Unai Romano, agentes del instituto armado se presentaron el 6 de setiembre en el domicilio de Bravo con intención de arrestarle, cosa que no pudieron hacer porque en ese momento no se encontraba en casa. No obstante, a finales de octubre de ese año, se presentó voluntariamente en la Audiencia Nacional española, de donde salió en libertad tras realizar una prueba caligráfica y sin haber prestado declaración.
Sin embargo, el 7 de noviembre de 2001, el magistrado Guillermo Ruiz Polanco ordenó su ingreso en prisión, junto al de varios jóvenes más, en relación con la operación desarrollada en setiembre. Varios días antes, Bravo había sido detenido por guardias civiles. El gasteiztarra negó las acusaciones que pesaban en su contra, y denunció haber sufrido maltratos.
Dos años más tarde, a mediados de marzo de 2003, la compañera del joven así como un amigo sufrieron un accidente de coche a la altura de Lerma, cuando se dirigían a visitar en la cárcel de Navalcarnero. El vehículo en el que viajaban para visitarlo se salió de la carretera y, a consecuencia del accidente, sufrió importantes daños materiales.
El 29 de octubre de ese mismo año, Ruiz Polanco decretó su puesta en libertad y la de otro joven bajo previo pago de una fianza de 12.000 euros.