El nuevo sistema de aranceles a las importaciones de zapatos de cuero de China y Vietnam que sustituya al actual modelo transitorio a partir del 7 de octubre enfrenta de nuevo al gigante asiático y a la UE. Los fabricantes chinos rechazan de plano las acusaciones de competencia desleal y, por tanto, la propuesta de la Comisión Europea de aplicar impuestos punitivos de hasta el 16,5%, un planteamiento que tampoco ha concitado el apoyo que necesita de los estados miembros. A la espera de la respuesta que obtendrá la propuesta definitiva que el comisario de Comercio, Peter Mandelson, presente a la Comisión para principios de setiembre, las espadas siguen en alto.

A día de hoy está vigente el sistema que empezó a funcionar el pasado 7 de abril, consistente en la aplicación de manera temporal ­durante seis meses­ de unos aranceles a la importación de calzado chino y vietnamita que crecerían a un ritmo ascendente. Al final de este periodo, las tasas para los zapatos chinos habrán llegado al 19,4% y para los procedentes de Vietnam, al 16,8%. En este caso, el calzado infantil y deportivo quedó excluido.

El 7 de octubre expira este sistema arancelario temporal y, en ausencia de un acuerdo sobre cómo continuar, será sustituido por la libre entrada de tantos calzados chinos y vietnamitas como los operadores sean capaces de importar a Europa.

Sin mayoría

El portavoz de Comercio del Ejecutivo comunitario, Peter Power, explicó que de momento Bruselas no cuenta con la mayoría simple de Estados miembros que sería necesaria para aprobar una propuesta sobre la imposición de aranceles contra el dumping que según la Comisión practican estos dos países asiáticos.

Los contactos que lleva a cabo Bruselas con los Estados miembros buscan encontrar una solución para el nuevo escenario que se creará después del 7 de octubre.

En estos momentos no existe una propuesta formal sobre la imposición de estos aranceles, porque la Comisión no quiere presentársela a los Estados miembros hasta que no tenga la certeza de que saldrá adelante y Bruselas está sondeando a los Veinticinco con su segundo «enfoque», después de que el primero ya fuera rechazado «en primera instancia», recordó el comisario Power.

Esta primera idea consistió en permitir la entrada libre de arancel de un máximo de 140 millones de pares de zapatos chinos y 95 millones vietnamitas y a partir de ahí imponer un arancel que habría rondado el 23% en el caso de China y el 29,5% en el de Vietnam.

Por el momento, el segundo enfoque, el que prevé aranceles del 16,5% y 10%, tampoco ha recibido el apoyo suficiente. «Es cierto que algunos Estados miembros no apoyaron la idea de la Comisión para enfrentar el asunto de la aplicación de algunas medidas para la importación de algunos tipos de calzado de China y Vietnam».

Fuentes comunitarias indicaron que, en sus respuestas, los Estados miembros opuestos al plan de Bruselas argumentaron «algunas razones» que, no obstante, el Ejecutivo comunitario piensa que «no son suficientes». Aunque no quiso indicar cuál es el número concreto de estados que se oponen a la propuesta ­para tomar la decisión basta una mayoría simple y las abstenciones son contabilizadas como votos positivos­, el portavoz comunitario indicó que «fue rechazada por los llamados liberales del Norte», en referencia a los países nórdicos, no productores y normalmente distribuidores. Estados productores como el español, francés y el italiano se han pronunciado a favor de ese planteamiento.

Power indicó que no sabía «cómo salir de esta situación de momento» y que la solución que baraja ahora la Comisión Europea es «insistir en el diálogo con los Estados miembros para tratar de encontrar un compromiso».

«Es injusto»

La propuesta de Bruselas ha recabado el rechazo frontal de China, que subraya que «la única cosa razonable que puede hacer la Unión Europea es terminar con las tarifas contra la competencia desleal».

El investigador de la Academia de Comercio Internacional y CooperaciónEconómica de China Mei Xinyu calificó la propuesta de inaceptable y anunció que continuarán luchando para acabar con este tipo de sanciones que consideran injustas.

Los fabricantes de calzado manifestaron que el anteproyecto defendido por la Comisión Europea «es injusto».

Xie Rongfang, secretario general de los fabricantes de zapatos de Wenzhou, provincia oriental Zhejiang, uno de los más importantes centros manufactureros de calzado de China, señaló que las compañías «seguirán luchando contra la acusación de competencia desleal».

Aunque no están sujetos al actual régimen provisional de aranceles, algunas categorías de calzado como el infantil, podrían ser también penalizados por estos impuestos que, de aprobarse, se aplicarían durante cinco años, con una revisión en doce meses.

Una delegación china, encabezada por el viceministro de Comercio, Gao Hucheng, viajará a Bruselas en setiembre para participar en las nuevas negociaciones de alto nivel que se desarrollarán con representantes de la UniónEuropea.

La solución no parece cercana y el tiempo corre. Si se alcanzara un acuerdo sobre un sistema que sustituya a las actuales medidas temporales, se necesitan algunas semanas antes del 7 de octubre para que primero la Comisión y luego los estados miembros, en reunión del Consejo de ministros, lo aprueben.

La idea original era que la Comisión aprobara la nueva propuesta en su primera reunión oficial después de las vacaciones, es decir, la última semana de agosto, pero ahora no se sabe si esto será posible.

Y después les llegaría el turno a los ministros, que deberían aprobar la propuesta por mayoría simple, lo que «no es tan fácil» en un asunto «tan sensible como éste», tal y como reconocen fuentes comunitarias. -

DONOSTIA