Las «heroínas» africanas del sida reciben su tributo en Toronto
Hasta ahora sólo eran una pieza más del rompecabezas del sida pero las mujeres que el enviado especial de la ONU para el sida en Africa ha llamado las «heroínas» en esta lucha, «las abuelas del sida», están dispuestas a vencer la tragedía que diezma este continente. Stelphen Lewis no pudo contener las lágrimas cuando el viernes abrió la primera «Reunión de Abuelas» ante más de 300 mujeres.
Entre las 300 abuelas estaban Matilda Mwenda, Cherry Matimuna y Priscillar Mwanza, tres mujeres de Kabwe (a unos 110 kilómetros al norte de Lusaka, Zambia), abuelas que han adoptado los hijos de sus hijos muertos por el sida y en muchos casos, los hijos de otras mujeres también desaparecidas por la enfermedad. A su vez, algunos de esos huérfanos son portadores del VHI. Es la nueva realidad que diezma el corazón de Africa pero a la vez ha forjado el carácter de la Abejas Ajetreadas, la pequeña red de ayuda que las abuelas del sida de Kabwe han formado.Matilda es una de las cuatro mujeres africanas que protagonizan ‘‘Abuelas’’, un documental financiado por la Fundación Stephen Lewis y que describe la vida de estas mujeres. «Ayer fue la primera vez que vi la película señala Matilda. Es muy bonita. Y es un alivio. Creía que era la única persona que sufría con esta enfermedad». Lentamente, Matilda suspira cuando recuerda la vida de Karmela, otras de las abuelas cuya vida está reflejada en el documental. Karmela mantiene en su casa a más de 25 huérfanos. Para mantenerlos, todos trabajan en una cantera siete días a la semana, donde pican piedras a mano. Cada dos semanas acumulan lo suficiente para ganar 11 dólares. Karmela es portadora del VIH. Lo contrajo a través de las heridas que permanentemente cubren sus manos por el trabajo en la cantera al cuidar a su hijo mayor, ya fallecido. Aunque las cifras son difíciles de recopilar, se estima que en los países del Africa subsahariana viven unos 13 millones de niños huérfanos por el sida. Y la situación no va a mejorar en los próximos años. De los cerca de 40 millones de personas infectadas con el virus que hay en todo el mundo, 24,5 millones están en Africa y de ellos 13,2 millones son mujeres. El número de huérfanos africanos del sida va a aumentar y para 2010 serán 18 millones. Más de la mitad sobrevivirán gracias a las abuelas, como Matilda. Esta abuela de 51 años cuenta los huérfanos que mantiene en su casa: «Dos míos (de su hija mayor). Cinco de mis hermanos. Otros cinco de otras personas». Además trabaja en un orfanato 16 horas al día para atender a los hijos de aquellos muertos con sida. Durante el fin de semana acude a un hospicio para atender a adultos con sida. Matilda recuerda como hace tres años decidió dedicarse en cuerpo y alma a paliar los efectos del sida en su comunidad. Fue después de que perdiese cuatro hermanos, una hermana y su hija a manos del sida. Después se hizo cargo de Mark, entonces de seis meses, hijo de una mujer muerta por el sida. «Cuando me llegó estaba tan delgadito. No creía que fuese a sobrevivir», recuerda. A pesar de ello, se hizo cargo de él. Durante meses lo cargaba en su espalda y andaba varias horas hasta llegar al hospital más cercano para que le hiciesen pruebas y dieran medicamentos. «Ahora me llama mami», declara orgullosa. -
TORONTO
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