DONOSTIA
A mayores trabas, mayor respuesta popular. Tras una semana marcada por las decisiones político-judiciales, fueron miles y miles las personas que ayer recorrieron las calles de la capital guipuzcoana para reclamar que se respete la palabra y la decisión de la ciudadanía de este país. De las manifestaciones celebradas en el inicio de la Aste Nagusia, ésta ha sido la más numerosa en muchos años. Tal y como manifestó ante un Boulevard repleto uno de los convocantes, «seguiremos estando en la calle de aquí en adelante, en defensa de la solución, de la democracia y de EuskalHerria. ¿Cuándo van a entender eso en Madrid y París? ¿Cuándo entenderán que estamos en las calles para hacer desaparecer, de una vez y para siempre, todas las agresiones e imposiciones que padecemos?».
Al tiempo que arreciaban los gritos de «independentzia», su discurso prosiguió recordando que ya el pasado viernes, cuando presentaron la convocatoria ante los medios, indicaron que vivimos en un momento político «en el que se abren las oportunidades».
«¿Pero oportunidades para qué? se preguntó. Para terminar de una vez con el conflicto político que vive EuskalHerria respondió. Ese es nuestro deseo, que el conflicto termine para siempre. Pero queremos que acabe bien. ¿Y qué es bien? Reconocer y respetar lo que por justicia le corresponde a EuskalHerria: su palabra y su decisión».
En esta línea, subrayó que «los caminos actuales no nos llevan a ningún sitio. No queremos el camino de la negación y las agresiones que nos ofrecen los estados español y francés. Y no lo quiere tampoco la mayoría de este país. Queremos un camino nuevo para EuskalHerria, en el que transiten todas las ideologías y por el que se circule según la libre decisión del pueblo. Un camino en el que no haya ninguna señal de ‘stop’ del Estado español ni del Estado francés. Queremos y vamos a abrir el camino de la libertad de EuskalHerria».
El joven orador destacó que «para construir este nuevo camino es necesario hablar entre todos, dialogar, negociar y acordar sus normas. Está en nuestras manos, en las de los agentes vascos y en las de cada uno de nosotros». Mientras, instó a los estados español y francés a «mostrar respeto a este pueblo y a su decisión».
«Sólo queremos realizar una solicitud muy simple. Por favor, dejad que este pueblo decida en paz su futuro. Es necesario acabar con todas las agresiones que padecemos. Todos tenemos algo que hacer y decir», remarcó desde lo alto del kiosko.
«Como dijimos en la presentación, somos ciudadanos anónimos, anónimos y animados, como hemos demostrado llenando las calles por encima de los ataques. Esta semana hemos aparecido en los titulares: ciudadanos esto, ciudadanos lo otroŠ Pero estamos ahí todos los días, no en los titulares, pero sí construyendo EuskalHerria. Ese es nuestro sitio, y lo seguirá siendo», concluyó.