Muchos de los presos republicanos fallecidos en el penal franquista de Ezkaba tenían un mismo origen:Galicia. En estos días de verano su historia, su recuerdo, sus imágenes vuelven a surcar las rías gallegas, con la ayuda de un material de primera mano elaborado en Iruñea:el documental ‘‘Ezkaba, la gran fuga de las cárceles franquistas’’, elaborado por Iñaki Alforja y presentado en mayo.

Las imágenes de Ezkaba viajan esta vez en el llamado Barco da Memoria. Mientras en Nafarroa se elude el apoyo oficial a este tipo de iniciativas, en Galicia la propia Xunta impulsa la singladura del Hidria, dentro de los actos del llamado Ano da Memoria.

¿Qué une a Ezkaba y Galicia? Iñaki Alforja, uno de los promotores de la recuperación a contrarreloj de aquella historia espeluznante silenciada durante tantos años, recuerda que «de los casi 5.000 presos que pasaron por el Fuerte de San Cristóbal, 622 eran gallegos. De ellos, 204 tomaron parte en la histórica fuga que tuvo lugar el 22 de mayo de 1938».

Hay algunos nombres especialmente significativos:Primitivo Miguel Frenchilla, preso número 101, natural de A Coruña, fue uno de los organizadores de la fuga y terminó fusilado en la Vuelta del Castillo de Iruñea el 8 de setiembre, junto a otros trece promotores de esa huida sin parangón en la que perecieron más de 200 presos republicanos. O como Amador Rodríguez Solla, preso número 553, de Pontevedra, que fue el último preso capturado tras la fuga, el 14 de agosto. O como Rogelio Diz, número 1.104, capturado cuando ya había llegado hasta Lizarra y autor del himno a la fuga creado dentro de los muros del penal y recuperado ahora en el documental.

Dieciseis paradas

Además, los testimonios de varios supervivientes se incluye en el documental presentado en Antsoain el 19 de mayo. Muchos de ellos llegaron después de pasar por el penal de la Isla de San Simón en Vigo, hoy convertido en Centro de Documentación e Investigación de la Memoria Histórica mientras su homólogo de Ezkaba sigue cerrado a cal y canto y obviado por las instituciones locales.

Las imágenes de esos muros y rejas hoy cubiertos de maleza se han podido ver en Galicia, y se han oído las tétricas historias de aquellos presos que decidieron que era mejor arriesgar la vida lanzándose monte abajo que esperar a la muerte en Ezkaba. El documental fue presentado por el propio Alforja en Baiona (Pontevedra) el 26 de julio ante un centenar de personas;en Marín, dos días después, ante 110;y en O Grove se tuvo que buscar una lonja para dar cabida a los 350 espectadores. Koldo Pla, del colectivo de Antsoain Txinparta (que organiza los actos anuales en Ezkaba) se encargó de introducir el documental en otro acto en Vilagarcía de Arousa.

Todos estos puntos han sido escala del viaje del Hidria. Se trata de un viejo vapor del puerto de Vigo rehabilitado para turismo náutico, y que este verano realiza un recorrido por dieciséis puertos gallegos con patrocinio de la Consellería de Cultura del Gobierno gallego. Pero en su interior no viajan ya marineros ni pescado, sino memoria histórica, y entre ella la tragedia de Ezkaba.

En las bodegas se puede ver una muestra titulada ‘‘Os Mártires do Mar:Represión franquista contra os mariñeiros’’, y en cada escala se realizan homenajes, se proyectan vídeos, hay intervenciones de supervivientes.. lo que cada pueblo quiera o pueda organizar.

La ruta comenzó en Cambados el 18 de julio, justo el día en que se cumplían 70 años del Alzamiento franquista, del comienzo de todo este drama cada vez más vivo. Y no parará motores hasta el 6 de setiembre. Difunde historias que han sido ocultadas a generaciones anteriores, como las de la zona de Morrazo, en las Rías Baixas, donde el mar fue utilizado como fosa común. O la de la cárcel de un monte muy cercano a Iruñea, de donde más de 800 republicanos se fugaron una tarde de mayo, muchos de ellos con rumbo a la muerte. -