Maite Soroa
Lecturas de una manifestaci�n
Ya pas�. La multitudinaria manifestaci�n de Donostia suscitaba ayer, al menos, dos reacciones dignas de ser observadas. Desde la extrema derecha, �La Raz�n� se rasgaba las vestiduras porque, dec�a, �nadie puede dudar a estas alturas de que los miles de personas que se manifestaron ayer en San Sebasti�n lo hicieron en respuesta a una convocatoria de Batasuna�. Citaba el escriba �los subterfugios legales que los proetarras aprovechan para burlar la ley� y lamentaba que, como consecuencia de las amenazas garzonianas, �los miles de personas que tomaron el centro de la capital donostiarra no portaron un solo s�mbolo de Batasuna, aunque s� pudo verse antes de su comienzo a miembros de esta formaci�n ilegalizada como Arnaldo Otegi, Pernando Barrena o Joseba Permach�. Al pensador ultra le sube la bilirrubina porque cree que �la manifestaci�n supone un paso m�s en una pol�tica de hechos consumados que pretende vulnerar la Ley de Partidos hasta conseguir de facto la legalizaci�n de Batasuna que exige ETA como parte de la factura negociadora. La protesta proetarra es, por tanto, una derrota de un Estado de Derecho que es incapaz de velar por que sus normas se cumplan�. Tambi�n era llamativa, aunque por otras razones, la
lectura del editorialista de �El Pa�s�: �Con iniciativas como �sta, Batasuna ha
tenido mareados a los jueces (y hartos a los ciudadanos) durante 10 d�as, pero
es posible que tambi�n ellos hayan acabado mareados y perdido el sentido de la
realidad. Joseba Permach acus� ayer a los socialistas de �irresponsabilidad
pol�tica� por no responder a sus emplazamientos para solucionar �el conflicto
pol�tico y armado�'. En la convocatoria inicial de la mani- festaci�n, su
compa�ero Pernando Barrena hab�a considerado �extremadamente grave� que, pese a
la tregua, se siga aplicando la Ley de Partidos y se mantengan los juicios
contra el entorno de ETA y la �persecuci�n contra la izquierda abertzale�. El
viernes, en un comunicado, advirtieron de que detenciones como la reciente en
Vitoria de Zigor Bravo �entorpecen las v�as de soluci�n��. Hasta ah� los hechos.
Ah� va su interpretaci�n: ��C�mo van a dejar los jueces de aplicar la Ley de
Partidos a una formaci�n ilegalizada por actuar �como complemento y legitimador�
de ETA, si sus dirigentes consideran que no debe detenerse a alguien acusado de
participar en el asesinato de un funcionario de prisiones o a los miembros de la
trama de extorsi�n etarra?�. Este no ha entendido nada, creo yo. - msoroa@gara.net
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