TAFALLA
Tras el paréntesis abierto debido a la polémica en torno a la celebración de una manifestación en Donostia el pasado domingo finalmente hubo movilización, y ésta fue un éxito para sus convocantes el debate político retomó ayer el cauce por el que ha venido transcurriendo a lo largo de este verano, la constitución de un foro de diálogo multipartito. Desde el Ayuntamiento de Tafalla, donde asistió al lanzamiento del cohete que dio inicio a las fiestas, el mahaikide Pernando Barrena insistió en que «la puesta en marcha de la mesa de partidos urge y no puede dilatarse en el tiempo», porque «es en esa mesa donde deberán adoptarse los acuerdos que garanticen un escenario de paz y de respeto a todos los derechos individuales y colectivos».
En semanas anteriores se produjo un intenso intercambio dialéctico sobre la conveniencia y la posibilidad de articular una o varias mesas. El portavoz de Batasuna subrayó al respecto que «la clave no es si finalmente ese ejercicio de diálogo y acuerdo se articula en torno a una, dos, tres o siete mesas. Lo fundamental es que esa labor se lleve adelante bajo el principio de no exclusión, ni de ideas ni territorial. Ningún ciudadano de este país puede quedar fuera del acuerdo de resolución por sus ideas o su origen».
Por citar un ejemplo, Joseba Egibar (PNV) ya apuntó hace dos semanas que en estos momentos sólo ve factible constituir una mesa en la CAV.
Barrena declaró estar «especialmente preocupado» por la actitud de «algunas fuerzas abertzales y también de izquierdas» que «dan por bueno el actual estatus institucional como base para el diálogo resolutivo». Recordó que «la actual división institucional de los vascos no es el resultado de la libre elección de la ciudadanía de este país, es un factor impuesto, y como imposición no puede servir de base para acuerdo alguno de solución».
«Es preocupante que desde opciones abertzales se apueste por dar por bueno el modelo aislado y de Navarra sola que impuso UPN hace casi 30 años. Abogar por separar a Navarra de la dinámica de búsqueda de un acuerdo de paz y soluciones significa unirse a los planteamientos de UPN y hacer un flaco favor a las expectativas reales de situar en vías de solución el conflicto político», apostilló.
Defender sí, pero sin encaje
Mientras, el PSOE centró su discurso en el otro «tema caliente» de las últimas semanas: la legalización de Batasuna. Diego López Garrido, su portavoz en el Parlamento de Madrid, instó a la formación abertzale a «tomar su gran decisión, que es optar de una vez por todas por las vías exclusivamente pacíficas y democráticas». «Estamos en un país plenamente democrático, y son aquellos que apoyaron la violencia los que tienen que desvincularse de ella y no los demócratas. No está la pelota en nuestro tejado, sino en el de ellos», insistió en un nuevo llamamiento a acatar la Ley de Partidos.
López Garrido habló asimismo de la movilización del domingo y puso de relieve, probablemente sin pretenderlo, cuál es el meollo del conflicto. Así, indicó que el hecho de que la marcha se celebrara pone de relieve que «se puede defender todo lo que se quiera, con el límite de la violencia». Pero matizó que las consignas en favor de la autodeterminación y de la independencia entran dentro de la libertad ideológica, pero no tienen encaje en la Constitución española.
Erkoreka reconviene a ambos
El PNV, fiel a su estilo, instó a PSOE y Batasuna a que en el futuro «procuren solventar sus diferencias evitando estos episodios de tensionamiento social, porque nos han tenido en vilo durante una semana». Josu Erkoreka, portavoz jeltzale en el Congreso español, manifestó que lo acontecido el domingo en Donostia permite constatar que «cuando hay voluntad, las cosas se pueden resolver razonablemente y de forma satisfactoria para todos». A su juicio, ambas formaciones «han demostrado que cuando realmente les interesa pueden hablar y entenderse; no hay más que recordar cómo solventaron sus diferencias en las últimas elecciones autonómicas: discretamente y sin generar situaciones de crispación social». Cabe recordar que en aquellos comicios se vetó a Batasuna y a la plataforma Aukera Guztiak.
El vocal del CGPJ pide más restricciones
El vocal del Consejo General del Poder Judicial, José Luis Requero, afirmó ayer que la mera presencia de mahaikides en una manifestación «ya significa en sí mismo apología del terrorismo». Para evitar situaciones similares, Requero propuso que el Gobierno de Lakua ponga como condición para autorizar cualquier acto «que no concurra ningún dirigente ni militante relevante de la antigua Batasuna que centralice o protagonice la manifestación». -