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Gara > Idatzia > Iritzia > Jo puntua 2006-08-15
Belén Martínez - Analista Social
Memoria e impunidad

Acabo de leer el proyecto de ley relativo a la Memoria Histórica. Habla de «espíritu de reconciliación y concordia» y señala que «el espíritu de la Transición da sentido (...) al modelo constitucional de convivencia más fecundo que los españoles hayamos disfrutado nunca». Supuestamente, esto va de Memoria Histórica; sin embargo, los artífices de esta ley olvidaron voluntariamente (amnesia) ­como Trasíbulo y su ley para consagrar el olvido­ que hubo un-otro modelo constitucional vigente durante la II República, puesto que exaltan vivamente la Constitución de 1978, considerada, desde los parámetros oficiales, el ecualizador para reducir las tensiones y evitar que andemos «divididos» (el mito de la España cainita).

¿Por qué no se aspiró a restablecer el orden constitucional republicano? Es crucial saber quién fijó las reglas del juego de la transición para entender todo lo que está pasando, incluido este engendro de ley que tiene por objeto «reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas o ideológicas, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar». Aunque especifica: «cualquiera que fuera el bando o la zona en la que se encuentran quienes la padecieron», equiparando ambas violencias y asentando las tesis de los dos bandos.

Reconoce la ley «el derecho individual a la memoria personal y familiar de cada ciudadano». Memoria subjetiva, sí. Colectiva, también. Esta ley no declara de forma expresa el inalienable derecho a la verdad, el derecho colectivo a saber y a conocer la verdad y, consecuentemente, la obligación del Estado del deber de recordar (el trabajo y el deber de la memoria), de promover la investigación de los hechos e informar sobre los mismos, independientemente de la existencia o no de causa judicial. Como decía Forton: «el pueblo tiene derecho a la memoria».

Es necesario conceptualizar las violencias y los crímenes contra la humanidad perpetrados por el régimen franquista y declarar nulos los juicios celebrados durante ese período. Familiares, allegados y allegadas tienen derecho a los restos y al duelo, y la ciudadanía, a conocer el modo, autoría, tiempo y lugar de los hechos. Como prometieron los jueces del Tribunal de Nüremberg: perseguir a los criminales hasta los confines de la tierra. Sin olvidar. Recordando. -


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