La idea de poner en marcha un circuito diseñado especialmente para personas de movilidad reducida surgió de la empresa Beigorri Abentura, cuyos responsables la expusieron al Ayuntamiento de Auritz y obtuvieron una buena acogida. En esta localidad del pre Pirineo navarro ya había sido montado un parque de aventura por iniciativa de Beigorri, que entró en funcionamiento la pasada primavera. Este parque lo gestiona la empresa Diablozulo y cuenta con cuatro circuitos: largo, corto, infantil y natura. Sin embargo, los diseñadores del circuito comprobaron que este tipo de parques de aventura no podían ser utilizados por «personas con movilidad reducida», denominación que consideran más correcta que «minusválidos», y pensaron en construir un quinto circuito para todos los públicos y adaptado a personas con minusvalías.Para ello se pusideron en contacto con diversas asociaciones de minusválidos, a quienes pidieron consejo y asesoramiento. El siguiente paso fue contactar con el Departamento de Ingeniería Mecánica, Energética y de Materiales de la Universidad Pública de Nafarroa y elaborar un proyecto conjunto, según recuerda Iñaki Iroz, representante de Beigorri y diseñador del circuito para personas con alta discapacidad, como pueden ser los parapléjicos con movilidad única en los brazos.
En concreto, el grupo de la UPNA quedó integrado por los profesores Javier Ros, Jesús Pintor e Isidro Zabalza, junto con los investigadores Jokin Aguinaga y Javier Gil.
Como es conocido, los parques de aventura consisten en diversos circuitos, compuestos por una serie de plataformas sucesivas ancladas en los árboles a diferentes alturas y unidas entre sí mediante sistemas de pasarela. Esos sistemas son distintos en cada circuito, en función de las capacidades de los usuarios a los que están dirigidos.
Así, el parque de ocio y deporte de Auritz dispone de varios itinerarios entre hayas con varias pasarelas situadas a alturas entre siete y ocho metros del suelo. El reto era diseñar un circuito específico para que las personas con alta discapacidad pudiesen disfrutar del parque ellas solas, sin necesidad de contar con la ayuda permanente de monitores.
«Trabajamos en un sistema de sujeción, traslado y guiado específico para estas personas, aprovechando los sistemas de seguridad que ya tenían los circuitos convencionales», señala Javier Ros.
El grupo de investigadores de la UPNA estudió los sistemas de seguridad/transporte utilizados en estos parques, consistente en una sirga de seguridad que enlaza un árbol con otro dentro del recorrido. Este análisis permitió constatar que no era necesario diseñar ninguna pieza nueva, sino que era suficiente utilizar elementos existentes ya en el parque y añadir algún elemento adicional disponible en el mercado.
Arnes, polea y mosqueton
Así, el grupo de investigadores propone un sistema para las dos situaciones que se producen en el circuito: cuando el usuario se traslada de árbol a árbol y cuando hay que cambiar de tramo.
En ambos casos la sirga de seguridad sería la misma que la que utilizaría en el recorrido convencional. «El usuario iría colgado de dicha sirga en un arnés mediante una polea-mosquetón, y además se utilizaría una vaga-mosquetón como elemento adicional de seguridad. Puesto que en este caso la cuerda que hace de guía para la polea y la de seguridad son la misma, el usuario estará también asegurado mediante otro vaga-mosquetón a la cuerda auxiliar», según los investigadores.
Para el cambio de tramo, el proyecto que han diseñado contempla un sistema en el que el usuario «está en todo momento asegurado al menos en dos puntos independientes mediante los dos vaga-mosquetón de seguridad y que utiliza un polipasto para el levantamiento necesario del cuerpo en el cambio de tramo».
Para el acceso, se utiliza un lugar especial en el suelo que esté cerca del árbol y que sea cuesta abajo. «Lo único que se necesita añaden es una persona que le ayude al usuario a entrar y salir de la instalación».
El equipo diseñador propone también la adaptación de tres herramientas a los materiales utilizados para la construcción de los sistemas habituales. En concreto, consideran que el arnés convencional debe de ser sustituido por uno de cuerpo entero, «puesto que el usuario puede no tener capacidad para sostener su propio peso desde la cintura».
Además, han elegido uno de polipasto, que tiene capacidad de aguantar el peso del usuario y que es manual, frente al eléctrico habitual. «De este modo aclaran se evita introducir el ruido de un motor eléctrico en un entorno natural».
Basta una minima movilidad
El proyecto es difícil de explicar si no se ve sobre el terreno. En líneas muy generales, según explica Iñaki Iroz, «es como una línea aérea entre cables que recorre un circuito de árboles, donde la persona con movilidad reducida va sujetada con un arnés especial y colgada de una polea también especial que le permite recorrer un circuito por el aire con la ayuda de una cuerda auxiliar».
Este circuito incluye diferentes clasificaciones, en función del grado de minusvalía. «Siempre que la persona con movilidad reducida pueda mover los brazos, podría desplazarse por este circuito. Y en el caso de que no pueda mover los brazos, sería un monitor el que iría colgado con él y le ayudaría a efectuar el recorrido. Si se trata de una persona que no se puede mover nada, iría guiada durante todo el circuito por un ayudante, pero si ya tiene una mínima movilidad, ella sola puede hacerlo», agrega el diseñador de Beigorri Abentura.
Resultados positivos
El sistema fue probado por los propios investigadores-diseñadores mediante el montaje de un pequeño recorrido de dos tramos y tres árboles en el parque de aventura de Lekunberri. «Realizamos las pruebas con distintas personas y en todas ellas obtuvimos resultados muy favorables», aseguran los profesores de la UPNA.
Ahora falta confirmar esos resultados positivos en el circuito del parque de aventura de Auritz, que será el primero de estas características en Euskal Herria, y probablemente en todo Europa.
«Que nosotros sepamos, todavía no existe ningún parque de aventura adaptado a personas con minusvalías», comenta Iñaki Iroz.
Este novedoso sistema para personas con movilidad reducida todavía no se ha desarrollado, debido a que se están realizando los correspondientes trámites burocráticos en el Ayuntamiento de Auritz, que se ha implicado a fondo en la realización de todo este trabajo.
Iñaki Iroz adelanta que este circuito especial comenzará a montarse dentro de pocas semanas, el próximo mes de setiembre, y que podría estar a pleno funcionamiento en el año 2007, si bien todavía resulta imposible precisar en qué época concreta. -
IRUÑEA