Pinbol vuelve a escena y edita su segundo trabajo
Tras diez años de trayectoria musical y cinco años después de editar su primer trabajo, Pinbol acaba de ver publicado su segundo CD, de la mano de la Asociación de Grupos Musicales de Hondarribia Psilocybe. «I want to belive» se compone de 12 temas de corte rock-clásico, entonados todos ellos en inglés. La banda hará sus directos a partir de octubre.
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Su primer disco salió hace cinco años. «Lo grabamos con una discográfica de Girona, pero fue un trabajo que no tuvo mucha trascendencia porque no tuvimos ocasión de tocarlo mucho», apunta Santiago, batería y piano de Pinbol. La formación resurge ahora, tras varios cambios en sus componentes, con su segundo disco, “I want to believe”.
Ha pasado una década desde que Pinbol empezó a labrar su trayectoria musical y este nuevo disco llega en una época «más madura, si cabe» según apunta Santiago. «En los inicios quizá buscas más divertirte y hacer todo lo que se te pasa por la cabeza. Con la edad todo va tomando otra idea. Al fin y al cabo, es la vida misma la que nos ha conducido a esto que hacemos ahora».
La evolución que ha sufrido el grupo en estos años es, en su opinión, «lógica. Las modas tienen mucho que ver porque, quieras o no, vives en un mundo en el que te influyen; ya no escuchamos los mismos discos que hace diez años. En cualquier caso, no sabemos muy bien cómo hemos llegado a lo que somos ahora, seguramente haya sido divirtiéndonos y yendo al local a tocar».
La frase que da título al disco, “I want to belive”, se remonta a los años 60 y 70, cuando en Estados Unidos había gran fervor por creer en los ovnis. «Tiene que ver con el momento vital en el que nos encontramos subraya Santiago. Desde un punto de vista personal y crítico, quizá nos parezca que en la generación de treintañeros se han desvanecido las ilusiones en las que se creían antes y es como si esto fuera el antídoto contra la desilusión».
Pinbol busca un sonido clásico de teclado, bajo, guitarra y batería, con las guitarras muy presentes. Santiago recuerda que durante su bagaje musical han hecho de todo y quizá sea ahora cuando se ajusten más a una formación clásica de rock. «Antes metíamos cajas de ritmo, tocábamos la guitarra clásica en directo e íbamos saltando de un instrumento a otro. Nos disfrazábamos y montábamos un show en el escenario. Con el tiempo cada uno se ciñe a lo que le corresponde».
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