BILBO
La Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia aseguró ayer que, tras la inspección médica realizada el martes a uno de los polizones que se encuentran en el puerto de Santurtzi, se confirma que su estado de salud es «compatible con la normalidad», por lo que, de no empeorar el estado de salud de alguno de los tres, éstos deberán abandonar el puerto.Según informó la Subdelegación, los informes médicos «no son compatibles» con un estado de salud deficiente, por lo que no existen datos objetivos desde un punto de vista médico para proceder a una autorización de entrada al Estado español por la gravedad de su salud.
Estas últimas pruebas médicas realizadas el martes en Osakidetza, tras la reunión de los responsables técnicos, demostraron que el polizón se encontraba en un estado «satisfactorio» por lo que se procedió a darle el alta hospitalaria reconduciéndole de nuevo al barco. Respecto al estado de la embarcación, aclararon que por el momento «no hay novedad», así que de seguir así, el barco estaría dispuesto para proseguir su ruta a Roterdam mañana.
Asimismo, la Subdelegación añadió que está estudiando las discrepancias entre las diferentes pruebas médicas que se le realizaron al polizón con el objeto de «aclarar esta situación».
De esta manera, la Subdelegación del Gobierno seguirá vigilando a los tres polizones atracados en el puerto de Santurtzi mientras el barco permanezca aquí, por sí se produjeran cambios en su estado de salud.
Los tres polizones viajan desde el pasado 16 de abril en el barco con bandera de las Islas Marshall, que atracó el pasado martes en el puerto de Santurtzi. A pesar de haber realizado varias escalas en su recorrido sólo han recibido asistencia jurídica en Bilbo donde varios colectivos piden su desembarco por «razones humanitarias».