REAL SOCIEDAD 1
SEVILLA F.C.
3
DONOSTIA
La lógica del fútbol se impuso en Anoeta y el Sevilla confirmó que en estos momentos es un equipo mucho mejor, más en forma y ensamblado que una Real que necesitará tiempo para demostrar la competitividad que Bakero confía ver en el conjunto que ha remodelado a su gusto a lo largo de un año.El Sevilla demostró que hoy en día es muy superior a la Real como lo es a la mayoría de los equipos y ganó con suficiencia, a pesar de que el partido estuviera abierto en el marcador hasta el 0-2 pese a que hasta entonces los visitantes fueron muy superiores.
Gerardo y Rivas coincidían durante la semana al manifestar que el Sevilla iba a tener que sudar para ganar en Anoeta. Tuvieron razón. Los sevillistas sudaron como lo hacen cada vez que saltan a un terreno de juego, pero no por la oposición realista, sino por una tarde calurosa que parecía más propicia para un partido en el Sánchez Pizjuán que en Donostia por más que los encargados de interpretar la meteorología se empeñen en anunciar bajadas de temperaturas y agua desde hace tiempo con menos acierto aún que los realistas a la hora de encarar la meta de Palop.
Porque los sevillistas no pueden sudar por la oposición del rival cuando éste no tiene el balón y le falta talento para inquietar con él. Fueron los blanquiazules los que más sudaron para perder porque la competitividad que atribuyen a la nueva Real los jugadores y su técnico hay que demostrarla en los partidos y no en las ruedas de prensa y el duelo de ayer no vino más que a confirmar que más que palabras el equipo necesita trabajo y tiempo.
Por eso y porque el Sevilla de ahora es superior a casi todos sus rivales no hay que inquietarse por el partido de ayer y conviene dar un margen al equipo de media docena de jornadas de Liga para esperar que Bakero acierte con un once más competitivo, con un estilo de juego definido y lleguen los resultados en los que se debe sustentar cualquier proyecto.
Planteamiento defensivo
Si a Bakero se le había apuntado como muy conservador en San Mamés, ayer su once fue más defensivo aún al entrar Cifu en el lugar de Novo y adelantarse al centro de campo Gerardo con un cambio de sistema incluido. Si el segundo tiempo del derbi de San Mamés había dejado buenas sensaciones, ¿por qué no repetir la mismo forma de jugar y el mismo once con Aranburu en lugar de Novo para que coja poco a poco el ritmo de partidos necesario?
Cierto es que con este once llegó el 0-2 que sentenció el partido, pero influyó mucho la decaída local final y la entrada de Poulsen para dominar el centro del campo con Martí y Renato en lugar de Kepa, que pese a ser pichichi de Primera está por debajo del gran nivel que tienen todos los sevillistas de medio campo para adelante.Si es difícil ganar un partido en Primera y más ante el Sevilla, más lo será si en el centro del campo Bakero coloca a grandes trabajadores como Rivas, Gerardo o Mikel Alonso, pero a los que les falta el talento y la calidad con el balón para desequilibrar al rival. Tampoco con ellos defendió bien la Real ante un Sevilla que combinó a placer. Entre otras cosas porque son tres jugadores que no han jugado nunca juntos así mientras que el Sevilla presentaba un once sin ningún fichaje habituado a jugar igual juntos y que se coordinan de memoria.
Pese a todo y sin hacer nada, un grave error de Javi Navarro convirtió un mal pase de Cifu en la mejor opción que podía tener Kovacevic diez meses después de su último partido de Anoeta. Pero el serbio acusó su inactividad en esa jugada y estuvo exageradamente lento y sin su instinto permitiendo a la defensa del Sevilla desbaratar la mejor ocasión realista del partido. Y es que Kovacevic necesitará tiempo para volver a recuperar su mejor juego.
No falló Renato en una acción que dejó en evidencia que la contundencia y seguridad defensiva también necesitará tiempo. Luego Jesús Navas, Kepa y Adriano tuvieron sus opciones dentro del dominio claro del partido del Sevilla ante una Real que ni defendía ni atacaba bien, pero por lo menos estuvo en el partido hasta el 0-2 y la entrada de Aranburu pareció revitalizar por un momento al equipo y su afición. Incluso pudo empatar en una acción de estrategia rematada por Labaka.
Pero todo se vino abajo en dos jugadas. En la primera Aitor quiso descargar de manera equivocada el juego hacia la otra banda con un balón muy horizontal ante el que Gerardo erró al ir a buscarlo cuando debía darlo por perdido y mantener el sitio. Esa acción provocó que Adriano entrara por la banda y enviara un perfecto servicio que milagrosamente Kanouté no envió a la red. Esa acción pareció despertar ese dramatismo que Bakero pretendía ahuyentar y dentro de ese ambiente dramático en la jugada siguiente Labaka creyó escuchar una petición de Riesgo y permitió al gran delantero sevillista, que se llevó la mayoría de los balones aéreos, sentenciar el partido. A partir de ahí la grada volvió a tomarla con su capitán y Bakero tuvo el poco tacto de cambiarlo en un partido que estaba perdido para que la grada descargara su frustración con el de siempre.
A partir de ahí llegó la jugada desafortunada del 0-3 y el estreno goleador en Primera de Díaz de Zerio en medio de la decepción de una afición a la que en lugar de venderle humo y darle discursos que llevarán a desconfiar de los que los pronuncian hay que pedirle paciencia y apoyo porque la Liga de la Real empezará la cuarta jornada con un punto y este equipo necesita tiempo, paciencia, apoyo y decisiones acertadas de su técnico para construir un nuevo equipo con los fichajes acoplados y para recuperar a los dos hombres que junto a Xabi Prieto deben dar el salto de calidad. Hasta entonces hay que asumir que habrá que apoyar al equipo hacia el único objetivo de ganar cada partido para llegar cuanto antes a los puntos necesarios para logar la permanencia.
