Ayer, entrevistando a los protagonistas de la regata, me vino a la cabeza una frase de un dirigente de Astillero tras lo sucedido el jueves de la clasificatoria. «No os diré lo que está pasando, porque, como vascos, os avergonzaríais de vuestros representantes», dijo. Días antes, los ataques de algunos políticos cántabros para con Euskal Herria fueron constantes, inventándose una guerra vasco-cántabra que jamás ha existido. No hay más que ver lo sucedido tras la regata de ayer en el muelle, donde algunos aficionados de Castro, al más puro estilo hooligan, faltaron al respeto a los remeros de Astillero. Mientras, gran parte de la afición vasca reunida en el puerto aplaudía a los deportistas de la San José XIV. Poco después, algunos aficionados azulones tampoco estuvieron a la altura. Y, me pregunto yo, ¿si nuestra afición aplaude a unos y otros, si los nuestros «pasan» de polémicas y agradecen a los verdaderos protagonistas su gran trabajo realizado en el agua, por qué algunos quieren crear guerras invisibles y aguar la fiesta arraunlari más bonita del año? Que no nos engañen. -