GARA
BERLIN
La fiscalía de Bonn y la Oficina Federal de lo Criminal registraron varios domicilios, entre ellos la casa de Jan Ullrich, en busca de pruebas en relación a la “Operación Puerto”, informa el semanario “Focus”.
Según esta publicación, los investigadores estuvieron en el domicilio del ciclista de la ciudad suiza de Scherzingen. Ullrich se casó el pasado fin de semana con su novia Sara y no se encontraba en ese momento en su casa.
Los investigadores alemanes tienen abierto sumario por sospecha de uso de sustancias prohibidas, fundamentado en fuentes policiales españolas.
Pero no todo son malas noticias para Ullrich, que dice contar con varias ofertas. La Audiencia Provincial de Hamburgo prohibió ayer al experto en dopaje Werner Franke afirmar que Ullrich pagó a Fuentes 35.000 euros para conseguir sustancias prohibidas.
Por otra parte, las acusaciones también llegan al campeón del mundo Boonen. Jean-Marie Dedecker, senador belga, hizo unas declaraciones afirmando que tenía información sobre tres ciclistas belgas, de primera fila, que habían recibido sustancias prohibidas el pasado mes de febrero en Italia.
Dedecker, si embargo, declinó identificarlos al afirmar que carecía de pruebas irrefutables para acusar.
«Siempre que hay una noticia de dopaje en Bélgica aparece el nombre de Tom Boonen», dijo Patrick Lefevere, director de Boonen en el equipo Quick Step. «Estudiaremos presentar una demanda por difamación», añadió.
Por último, Richard Pound, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), afirmó ayer que los deportistas deberían tener la valentía de reconocer su dopaje. «No pasa nada si dicen: vale, lo reconozco, me he dopado. Seguro que se sentirán mejor interiormente».