Suecia, entre la tentación y el pavor a lo desconocido
Suecia podría bascular a la derecha tras las elecciones legislativas de hoy domingo, que se presentan muy reñidas tras una campaña en la que la coalición de izquierda, en el poder desde hace doce años, se enfrenta a un claro desgaste. Los socialdemócratas han gobernado en Suecia, en solitario o con aliados, 65 de los últimos 74 años.
ESTOCOLMO
Dos candidatos, cada uno a la cabeza de una alianza más o menos sólida, personifican un duelo electoral en el que el empleo, la salud y las pensiones han dominado los debates.Goran Persson, primer ministro socialdemócrata desde hace diez años, busca revalidar el cargo a partir de los buenos números macroeconómicos. Enfrente tiene al nuevo líder de la coalición de centro-derecha, Fredrik Reinfeldt. Según los últimos sondeos, los dos bloques, el de la Alianza (conservadores) y la izquierda (socialdemócratas, verdes y el partido de la Izquierda postcomunistas) están empatados. Pero las mismas encuestas certifican un continuo repunte de la oposición. Los socialdemócratas, que sólo han estado en la oposición 9 de los últimos 74 años, han erigido un modelo en el que los suecos se identifican y que suscita curiosidad y envidia en otras partes del mundo, una mezcla de Estado providencial y de capitalismo enérgico, simbolizado por enpresas de renombre internacional (Ikea, Volvo, Ericsson...). Los datos macroeconómicos apuntan a que el reino escandinavo nada en la abundancia: tasa de crecimiento del 5,6% en el segundo trimestre, excedentes presupuestarios, tasa de paro inferior al 5,7% en agosto, exportaciones en alza... ¿De dónde proviene entonces el desencanto de parte del electorado que tan eficazmente está explotando la oposición? El modelo sueco presenta, fisuras, sobre todo en la cuestión del empleo. Y Reinfeldt ha hecho bandera de este tema, asegurando que las estadísticas están trucadas. Según los datos de la oposición, el 20% de la población en edad laboral no trabaja, Un millón de personas viven de subvenciones públicas, sean parados, enfermos de larga duración, prejubilados o integrados en programas de reconversión industrial.
Reformas
Así, la oposición no propone un cambio de modelo, sino reformas «en pequeñas dosis».El mensaje es simple, incitar a los suecos a trabajar, disminuir los impuestos para los salarios inferiores y reducir las ayudas sociales. Asimismo, la oposición defiende un ambicioso plan de privatizaciones. Por contra, Persson advierte: «No habrá incremento en la creación de empleo agravando las condiciones de vida de los parados y de los enfermos». Al igual que aproximadamente uno de cada tres suecos, el primer ministro ejerció ayer su derecho a votar por anticipado en un colegio electoral de Estocolmo. Estos votos, y los emitidos desde el extranjero, que no se contarán hasta el miércoles, pueden resultar decisivos en un cónputo que se presenta como de infarto.
Varios referendos
ESTOCOLMO Paralelamente a las elecciones generales se celebran hoy en Suecia comicios regionales y municipales, en los que podrán votar los residentes oriundos de algún país de la UE y de Europa del Norte, así cmo los inmigrantes que llevan por lo menos 3 años viviendo en el país. También se celebrarán varios referendos. El más importante, el que decidirá la definitiva instauración de un peaje urbano en la capital. Este sistema está ya en marcha en ciudades como Londres, Singapur y el centro histórico de Roma y en estudio en Milán y San Francisco.
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