Resulta llamativo que una organización como La Falange, que en las últimas elecciones a las que concurrió (14 de marzo de 2004) obtuvo apenas 195 votos en el conjunto de Nafarroa, convoque una manifestación en Iruñea el próximo 12 de octubre para proclamar la españo- lidad de este herrialde y su contundente rechazo a ser «una colonia aberchale de Guipúzcoa». La convocatoria sería una mera anécdota, si no fuera porque es un signo de que la ultraderecha empieza a sentirse lo suficientemente cómoda en Nafarroa como para empezar a dejarse ver públicamente sin necesidad de disfrazarse. A esta «normalización» de la ultraderecha han contribuido de manera decisiva en los últimos tiempos convocatorias de grupos como Libertad Ya o el Foro Ermua, muchos de cuyos mensajes son muy similares a los que pueden encontrarse en la propaganda de La Falange u organizaciones afines. También el discurso de la propia UPN y el que utiliza en general el PPtiene un poso común con quienes ahora pretenden «no ver ondear más ikurriñas sobre la tierra libre de Navarra», consideran la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución Española la «cesión de Navarra a Euskadi» y anuncian que el PSOE va a vender el herrialde. -

Langile gazte bat hil da

Lan istripua Abadiñon izan zen. Mecanizados Iketz SL enpresan. Ezbeharraren ondorioz Gorka Arrizubieta langilea hil zen. Makina bat konpontzen ari zela makina martxan jarri eta harrapatu egin zuen. Hildakoa 25 urteko lekeitiarra zen. Beste gazte askok bezala, behin-behineko kontratua zuen. ELA eta LAB sindikatuek osatzen duten enpresa batzordeak langilearen akatsa baztertu ondoren, ezbeharra sakon ikertzeko eskatu eta 48 orduko lanuztea iragarri zuten atzo. Sindikatuen ustez, prekarietateak eta lan erritmo azkarrek istripuak izateko aukerak areagotzen dituzte. Azken 9 hilabeteetan 83 euskal langile hil dira. Datua izugarria da, baita arazo larri honen aurrean erakundeek erakusten duten arduragabekeria ere. -

Suiza: freno al derecho de asilo

Los suizos acudieron el domingo a las urnas para pronunciarse sobre tres leyes. Las dos primeras, referentes a la inmigración y al asilo, salieron aprobadas; la tercera, que preconizaba destinar una parte de los beneficios del Banco Central a financiar el sistema de pensiones, fue rechazada. Aunque Suiza registró en 2005 el menor número de solicitudes de asilo en 25 años, ello no ha impedido que refuerce su ya draconiana legislación. Bien están las críticas hechas a esas leyes por ACNUR y la UE. Sin embargo, cuando Europa niega conflictos políticos para evitar reconocer a los refugiados y asusta a sus ciudadanos sobre la amenaza a su seguridad derivada de la «inmigración ilegal» ¿no fomenta el preocupante ejemplo suizo?