Muere un joven atrapado por una máquina en Abadiño y suman ya, al menos, 83 fallecidos
Gorka Arrizubieta Zabala, de 25 años y natural de Lekeitio, falleció ayer de madrugada atrapado por una máquina de mecanizado en la empresa Iketz SL, de Abadiño. Con éste, al menos, son ya 83 trabajadores fallecidos en lo que llevamos de año, según los datos oficiales y los contabilizados por GARA. El comité de Mecanizados Iketz, formado por LAB y ELA, descartó un posible error humano del trabajador eventual fallecido y denunció que «se demuestra que la precariedad y la exigencia de ritmos cada vez mayores en el trabajo alimentan el número de accidentes y su gravedad».
BILBO
El comité de Mecanizados Iketz, de Abadiño, exigió ayer una investigación del accidente mortal que costó la vida al joven lekeitiarra Gorka Arrizubieta Zabala. Con este fallecimiento, en Euskal Herria suman ya, al menos, 83 muertos hasta ayer.
Según los datos iniciales, el trabajador eventual estaba reparando una máquina, que por causas que se desconocen, echó a andar de forma inesperada y atrapó al joven, que falleció, momentos después, en la madrugada del lunes. «Tenemos que conocer todo lo ocurrido con absoluta trasparencia. Las circustancias del accidente y las medidas preventivas que se han adoptado para evitar la puesta en marcha de la máquina, mientras se estaba reparando», explican los representantes de los trabajadores.
Afirmaron, por otra parte, que «la dirección, Osalan y la Autoridad Laboral tienen mucho que decir en el esclarecimiento y responsabilidad de este accidente con muerte». Sin embargo, LAB y ELA denuncian, al igual que está pasando en un importante número de accidentes en el trabajo, que «la precariedad y la exigencia de ritmos cada vez mayores alimentan el número de accidentes y su gravedad». Asimismo, unas 350 personas se manifestaron en Lekeitio a convocatoria de LAB para denunciar esta última muerte. Hoy después del funeral, a las 20:00, realizarán otra manifestación.
Ante este accidente, UGTEuskadi exigió «la formación permanente en prevención de riesgos laborales a los jóvenes». Pilar Collantes, responsable de Salud Laboral del sindicato, advierte que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en vigor reconoce que los empresarios están obligados a «prestar la suficiente información, formación y las instrucciones necesarias para trabajar en las mejores condiciones en su puesto de trabajo».
Batasuna critica «la ineficacia en el control de la siniestralidad laboral» de los gobiernos de Gasteiz e Iruñea y constata que el número tan elevado de accidentes que se produce en Euskal Herria «no se da en ninguna otra parte de Europa». Exige que se tomen las «medidas eficaces y adecuadas» para evitar la «escandalosa» siniestralidad laboral.
Con el último fallecido, al menos, son ya 83 los trabajadores que han perdido la vida en Euskal Herria. La dispersión de datos y la falta de concreción por parte de las administraciones hacen difícil conocer con exactitud la incidencia real de los accidentes de trabajo. Los datos oficiales de Osalan hasta agosto indican que son 34 fallecidos; en Nafarroa suman quince fallecidos hasta julio; y los autónomos llegan a seis fallecidos hasta junio. Aéstos hay que añadir otros que se quedan fuera de las estadísticas oficiales y los seis, al menos, que se han producido en Ipar Euskal Herria, lo que suma 83 fallecidos, según los datos de GARA.
Entre los fallecidos, se encuentra uno por una intoxicación por productos químicos y otro trabajador fallecido por el cáncer de amianto. Hasta el momento en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se han producido 34.192 accidentes de trabajo; en Nafarroa, hasta julio, 8.197 accidentes de trabajo con baja.
Los eventuales tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente
Un estudio estadístico de Osalan muestra que los trabajadores eventuales tienen un riesgo de sufrir un accidente entre 1,6 y 2,4 veces mayor que otros empleados con contratos fijos. Si se profundiza entre los sectores, el riesgo se multiplica por cuatro en el sector de la Construcción sobre el de Servicios; 1,7 veces más en el sector Primario que en el de Servicios y 1,3 veces más en la Industria. -
Un estudio de Osalan pone en entredicho a los empresarios
BILBO Un estudio de Osalan sobre el coste de los accidentes graves, muy graves y mortales en el trabajo, referido a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, pone en entredicho el papel de los empresarios en cuanto a la inversión en prevención de riesgos laborales, como exige la legislación. El trabajo de 2005, elaborado por María Nieves de la Peña y Mercedes Fernández, como ya lo publicó este diario, analiza el efecto sobre la siniestralidad de 2003. Determina que, si los empresarios hubiesen invertido una media de 865,07 euros, se habrían evitado los accidentes graves, muy graves y mortales. El estudio de los 435 accidentes graves, muy graves y mortales que ocurrieron hace dos años, confirmó que se perdieron 9.629,82 horas y el coste por accidente mortal se situó en 35.580,74 euros, según el trabajo y de 10.307 euros, en los graves y muy graves, por lo cual «extrapolando los datos» se llega a la conclusión que el coste de accidentes fue de algo más de seis millones de euros, a los que habría que añadir otros 2,4 millones por daños materiales. Reconoce, sin embargo, que el valor de las medidas adoptadas por la empresa, tras los mismos para evitar que se repitieran, indican que si hubiesen invertido 2.388,11 euros en los mortales se podrían haber evitado y 512,64 euros en los accidentes graves y muy graves. CCOO confirma que el coste total de los accidentes en el Estado español llegó a los 13.085 millones en 2004, que es el último dato, lo que significa que en Hego Euskal Herria sumaron 827,6 millones.
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