DONOSTIA
En la visita que tuvo el sábado con sus familiares, el preso político vasco Iñaki de Juana, en huelga de hambre en el hospital Punta Europa de Algeciras, les relató cómo el miércoles de la pasada semana agentes policiales le ataron los brazos y las piernas ante su negativa a que al suero intravenoso le añadieran cierta cantidad de potasio. Los médicos adoptaron esa decisión debido al bajo nivel de este elemento que presentaba el preso y al consiguiente riesgo de sufrir un infarto.
Los policías lo mantuvieron atado 24 horas. Antes de inmovilizarlo le mostraron e hicieron entrega del auto de la Sección Primera de la Audiencia Nacional española por el que se ordenó su alimentación forzosa.
«En palabras del propio Iñaki, su cuerpo ‘jamás ha sufrido una violencia semejante’. Cuando ya llevaba 24 horas en ese estado, estaba en una situación en la que realmente no podía más y pidió que lo desataran, diciendo que no actuaría en contra de la labor de los médicos», trasladaron en la comparecencia de ayer los portavoces de Etxerat Estanis Etxaburu y Argitxu Martínez.
El día 19, De Juana había sido llevado contra su voluntad al hospital de Algeciras, donde le realizaron más análisis para valorar su estado y, en cumplimiento del citado auto, le pusieron suero por vía intravenosa.
Cabe subrayar que el preso donostiarra no tiene comunicación con el exterior y no puede hacer llamadas, por lo que para saber sobre su situación sus allegados deberán esperar hasta la próxima visita que, previsiblemente, será este sábado.
De acuerdo con estas últimas noticias difundidas por Etxerat, De Juana, en cama, prosigue con la huelga de hambre ayer cumplió 50 días sin comer y mantiene sus reivindicaciones; «que le pongan en libertad en tanto que en su contra hay una presión política, mediática y jurídica y quieren mantenerlo en prisión por dos artículos de opinión», subrayó Etxaburu.
«De vez en cuando le practican nuevas pruebas y en el camino al baño llegó a perder el conocimiento. La situación de nuestro familiar es grave», remarcó.
El personal sanitario del hospital ya advirtió la pasada semana de este hecho. Tal y como le explicó a su abogado un médico, con el suero se nota cierta mejoría pero el riesgo persiste, ya que De Juana se niega a comer y, por tanto, se puede presentar una nueva situación crítica. Etxaburu y Martínez denunciaron «esta crueldad» hacia el prisionero donostiarra y el resto del Colectivo.
«Cada vez son más los que padecen las consecuencias de la desasistencia médica. Cuando los gobiernos de Madrid y París nos hablan de justicia, sin duda, nos están hablando de venganza. Cuando hablan de democracia, legalidad y paz, como lo ha hecho estos días Zapatero, nos muestran un claro chantaje político para tratar de condicionar el acuerdo político y democrático», remarcó Etxaburu, que acusó al presidente español de mantener «una política cruel, criminal, asesina, de secuestro y chantaje».
Dejó claro que esta realidad «no es compatible con sus palabras de paz, democracia y legalidad» y que «no hacen más que causar dolor y extorsión».
Etxerat también criticó con dureza la actitud que han mostrado instituciones como el Ayuntamiento de Donostia que se ha negado a tratar en el pleno municipal una moción en denuncia de la situación del vecino de Donostia y otros presos, la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Gasteiz que pospuso el debate que a este respecto había propuesto con urgencia Ezker Abertzalea y los parlamentarios de Iruñea y Gasteiz.
Etxaburu no dudó en calificar de «inaceptables» estas posturas. «Están tratando de esconder el terror y se niegan a hacerle frente en tanto que existen intereses de partido».
«Si realmente adoptaran otra postura, Iñaki no estaría en el hospital y ni tan siquiera el Colectivo padecería la violencia de los dos estados», concluyó.
Etxerat apeló a todos los agentes y, en especial, «a las personas del PSOE y UMP que no comparten esta crueldad, y a esas otras que sienten vergüenza de sus dirigentes que miran a otro lado» a que acudan, «por encima de siglas» a las concentraciones del día 29, último viernes de mes.