Se llama Jean Savoie, tiene 83 años y un coche de marca y modelo que ignoro. Pero debe ser bueno el buga, porque a Jean Savoie le han retirado el permiso de conducir por reiteradas infracciones de velocidad. Un afable Fitipaldi, vaya. El caso es que le han cambiado sus fotos al volante por todos sus puntos del carné, y aun así el tipo no se baja del carro. Como lleva un carné de la UMP y un documento que dice que es vicepresidente del Consejo general del Departamento de Indre-et-Loire, pues se pasa por el Arco del Triunfo el código de la ruta, el penal, el permiso por puntos, la autoridad competente y la égalité que debiera regir sobre todos los conductores del hexágono.
Dice este señor que el permiso por puntos es ilegal, o sea, que la legislación no es legal, y que a ver por qué un político tiene que estar privado de conducir su vehículo mientras que el Estado no se priva de violar la ley. Una frase para la posteridad, sin duda. A lo que iba, que Jean Savoie, que podría viajar en coche oficial y con chófer, se niega a dejar los mandos: quiere conducir él, por encima de la ley, por encima de todo y de todos. Jean Savoie perdió un hijo en la carretera y parece que ni eso le incita a reconducir su actitud.
A Jean Savoie le pasa lo que a José María Aznar y a otros portentos de la política, que han lamido y relamido las mieles del poder, se han embebido de estupidez y les ha dado el juruflú de la egolatría, del mire usted, que no sabe usted con quién está usted hablando. De suerte que se han quedado un poco pallá, en el caso de Aznar bastante pallá, concretamente con la derecha neocons del otro lado del Atlántico. Y se ha llevado consigo su extrema derecha hispánica, la del Guerrero del Antifaz, la del muere moro infiel, la de la sagrada Reconquista a sangre, cruz y fuego.
Se llama José María Aznar, ni sé los años que tiene ni me importa, tampoco sé qué coche usa ni si usa alguno. Y aunque el 14-M le retiraron el carné por conducción indebida, se resiste a bajarse del carro, y se obstina en seguir conduciendo su vehículo arrebatándole el volante al chófer Mariano.
Como lleva un carné que dice que es ex presidente del Gobierno español, este señor se pasa la Historia por la Puerta de Alcalá, desparramando su ignorancia allí donde le paguen. Hasta que de tanto montar monte acabe por estrellarse recuperando de un golpe todos los puntos perdidos. Pero de sutura. -