Maite Soroa
Andan a dentellada limpia
Tenía que pasar. Han retorcido tanto la realidad que al final la madeja amenaza con estrangularlos a ellos mismos. Total, que el juez Garzón ha decidido que los peritos que jalea “El Mundo” eran unos boleros de tomo y lomo y les ha imputado por falsificar papeles, que es algo muy feo cuando se trata de peritos. Y las dentelladas en la prensa de ayer eran de las de lobo hambriento. “Abc”, en su particular batalla contra Ramírez, Losantos y compañía, editorializaba así:«La imputación, por auto del juez Garzón, de los tres peritos autores de un informe sobre el ácido bórico encontrado en el domicilio del presunto terrorista Hassan El Haski imprime un giro radical a la polémica sobre la supuesta falsedad del documento que, sobre el mismo asunto, fue remitido al juez Juan del Olmo para su incorporación al sumario del 11-M. Por lo pronto, este auto desmonta la veracidad de la información publicada por el diario ‘El Mundo’, amplificada por el presentador del programa ‘La Mañana’, de la cadena Cope, Federico Jiménez, empeñados, a toda costa y pasando por encima de cualquier principio de responsabilidad pública y ética, en mantener el 11-M en el centro de la vida pública española, y no en beneficio de las víctimas y de la más ejemplar y eficaz administración de Justicia, únicos referentes de ‘ABC’ en relación con aquel brutal atentado terrorista, sino de sus propias estrategias editoriales y comerciales».Y no se quedaba atrás “El País”, que se preguntaba:«¿Hasta dónde están dispuestos a llegar quienes se empeñan contra toda evidencia en probar la inexistente vinculación entre ETA e islamistas en el 11-M? Y sobre todo: ¿cuánta credibilidad está todavía dispuesto a sacrificar el PP, sus dirigentes y sus militantes, dando pábulo a los delirios de este pertinaz periodismo tóxico, en papel y por las ondas, que no cesa alrededor del peor atentado sufrido jamás por España?». Y Pedro J., en su delirante “El Mundo”, se hacía el
listillo:«todo sugería que Garzón se estaba prestando a una operación orquestada
por el Gobierno y la Fiscalía con el objetivo de criminalizar a los denunciantes
y exonerar a los denunciados ante la opinión pública. En lo esencial esto es lo
que ha sucedido, pero la realidad ha superado en malas artes y marrullería
cualquiera de nuestras previsiones. Con el auto de ayer, Garzón ha perpetrado
uno de los montajes judiciales más lesivos al Estado de Derecho de las últimas
décadas». ¡Qué ambientazo! - msoroa@gara.net
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