Miguel Sanz no defraudó. Cumplió las expectativas una vez más. Ayer le tocaba comparecer en el Parlamento a instancias de IUNy de Aralar para informar sobre la política lingüística de su gobierno. Lo dejó claro desde el principio. No va a cambiar un ápice su política en materia de euskara. Y es que no ve motivos para cambiarla. El presidente del Gobierno navarro dejó bien claro que el decreto foral que regula el uso del euskara en la Administración está vigente, ya que el que los jueces anularon «por un defecto de forma», según recalcó ya fue sustituido por otro, prácticamente idéntico, en 2003. «Siempre hemos respetado el ordenamiento jurídico y jamás nos hemos apartado del marco que la Ley del Vascuence establece y que ha dado muestras de adecuarse a las circunstancias de cada momento, por lo que ésta seguirá siendo nuestra línea de trabajo», explicó Sanz.
Una muestra de esa adaptación a las circunstancias es la rotulación bilingüe en la llamada zona mixta. «Donde las circunstancias lo permitan, desde la libertad, y donde sean necesarias las sustituciones» habrá rotulación bilingüe, según afirmó ayer.
Eso sí, conocer cuáles serán esas circunstancias que
regirán la actuación del Gobierno de UPN-CDNresulta más complicado.
Barañain no, Iruñea si
Yalo explicó la víspera la consejera de Salud, María Kutz, en el mismo Parlamento. En el centro de salud de Barañain no habrá rótulos en euskara aunque los ciudadanos y el Ayuntamiento así lo hayan solicitado. En el del Segundo Ensanche de Iruñea, en cambio, los rótulos sí estarán en bilingüe. Ambos se encuentran en la zona mixta, pero se utiliza distinto criterio. ¿Por qué? Vaya usted a saber.Por si a alguien se le ocurre deteriorar los carteles monolingües instalados recientemente en lugares como la autovía a Logroño, Sanz ya advirtió de que «las sustitucionesmotivadas por daños intencionados se repondrána su estado original». Es decir, otra vez en puro castellano.
Si en materia de rotulación Sanz dejó abierta la puerta a un mínimo cambio, en otros ámbitos se cerró en banda. Como el universitario. El presidente navarro se mostró claramente en contra de que el euskara se normalice en la UPNA.
«Una universidad bilingüe es inviable económicamente», sentenció Sanz y añadió que, además, la normalización del euskara sería perjudicial para la calidad de la enseñanza y de la investigación en este centro universitario.
Para demostrar su tesis volvió a utilizar una de sus sentencias clásicas: la de que lo importante no es saber cómo se dice «hipotenusa o cateto» en euskara hipotenusa y katetu, según el diccionarioElhuyar, sino tener claros esos conceptos de la geometría.
También volvió a referirse a otra de sus obsesiones: los libros de texto en euskara deben responder a «la realidad política e institucional de Navarra». Es decir, ni hablar del peluquín de siete herrialdes, de Euskal Herria ni chorradas de ésas. Navarra dentro de la «nación española» y punto. Lo mismo que dijo recientemente el diputado de UPN-PP en Madrid Carlos Salvador. Sin novedad tampoco en este aspecto.
Eso sí, Sanz no dejó de subrayar que su gobierno también da pasosa favor de la normalización, legalizando ikastolas de la llamada zona no vascófona como la de Tutera. No dijo que este centro es el único que permite escolarizarse en euskara en toda Erriberay que ha sido permanentemente marginado por su Ejecutivo durante años.
Ante tamaño éxito, Sanz instó a que «se deje de utilizar
el vascuence para llegar a la opinión públicacon mensajes que no se corresponden
con la realidad» y reclamar que se apoye a su gobierno para «lograr ese espacio
de convivencia sin exclusiones ni imposiciones de ningún tipo».
Coincidencia en la critica
El resto de grupos se mostraron entre críticos e indignados, empezando por Patxi Telletxea (Aralar). Se declaró «defraudado» por el discurso del presidente, ya que esperaba «una corrección de más calado» por parte de UPN-CDN, que ya es esperar. Miguel Izu, de IUN, también lamentó que UPN-CDN «no hayan rectificado» y reclamó «una política lingüística más inclusiva porque la actual no fomenta la convivencia», mientras que Maiorga Ramírez, portavoz de EA, calificó de «farsa» el procedimiento que el Gobierno seguirá para la rotulación bilingüe.
Desde fuera de la Cámara, Batasunaseñaló que «si Sanz piensa que va a engañar a alguien, lo tiene claro» y tildó de «genocida la política que han llevado en contra del euskara». Por ello, la formalización abertzale exigió la extensión de la oficialidad del euskara en toda Nafarroa para «acabar con la discriminación y la exclusión que vivimos los euskaldunes como consecuencia de la Ley del Vascuence».
Tampoco el Observatorio de los Derechos Lingüísticos, Behatokia, compartió el análisis de Sanz, porque, según remarcó, «en Nafarroa se conculcan sistemáticamente los derechos lingüísticos».
«Es totalmente ofensivo tener que escuchar a Sanz que garantiza los derechos lingüísticos», subrayó Paul Bilbao, director de Behatokia. -