BILBO
La delegada de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bilbo , Julia Madrazo, reconoció ayer que el hecho de que el cierre cautelar de la discoteca Privée, cerrada por motivos de seguridad ciudadana, concluya mañana, no tiene por qué significar que el local vaya a abrirse. «El 6 de octubre, termina la sanción del cierre cautelar, pero eso no quiere decir que se abra o no el local», reconoció la edil bilbaina. En ese sentido, pidió a los vecinos que tengan «paciencia y confianza», puesto que «el Ayuntamiento está trabajando para satisfacer el interés de los vecinos, con prudencia, discreción y con responsabilidad».
Mañana se desarrollará la comparecencia prevista ante los grupos políticos para dar cuenta del expediente relativo a la discoteca. Según reconoció, se está trabajando para «evitar riesgos» y buscar un »decreto seguro».
El portavoz del PSE-EE en el Ayuntamiento de Bilbo, Txema Oleaga, aludió también al eventual levantamiento del cierre cautelar de la discoteca Privee y aseguró que pedirá responsabilidades al Consistorio si la clausura del local «no era razonable, costará dinero al Ayuntamiemto y se hizo por razones de oportunidad y no en base a un análisis serio».
En rueda de prensa, Oleaga aseguró que cuando se produjo el cierre de la dicoteca suponían que la clausura del local respondía a «criterios razonables y no a uno de oportunidad política derivada de la gran polémica surgida el año pasado, que llevó a que el puesto del concejal delegado de seguridad ciudadana, Eduardo Maíz, «fuese cuestionado como consecuencia del incidente».
Criticó al Consistorio por «responder sólo» cuando ocurre algo de «trascendencia social relevente» y añadió que esperar que el cierre estuviera «bien hecho».