Reckitt estudia un cierre de Gueñes sin recolocaciones
·Alega una agresión, el rechazo de la plantilla y la falta de normalidad productiva
La dirección internacional del grupo Reckitt Benckisser ha dado instrucciones a sus representantes para que estudien medidas alternativas a las propuestas de recolocación, para hacer efectivo el cierre de la planta de Gueñes, en el que la empresa sigue insistiendo como única propuesta.
BILBO
La dirección de Reckitt Benckisser aseguró ayer que mantendrá abierta la vía del diálogo para lograr acuerdos en torno a un plan concreto de recolocaciones, pero anunció que, al mismo tiempo, comenzará a estudiar otras medidas «que puedan contemplarse en el actual marco legal» para ejecutar el cierre. Basó su decisión en los sucesos del martes en que varios directivos fueron empujados al término de una reunión; el rechazo de los trabajadores a aceptar el cierre y debatir alternativas en torno al mismo, y en «la falta de normalidad que debiera producirse en la actividad productiva, cuya efectividad se ha reducido en más de un 80%». Aseguró que su objetivo prioritario ha sido encontrar soluciones «para conservar en lo posible el tejido industrial en la comarca». Para ello, señaló que ha iniciado «un proceso de diálogo con los trabajadores y la colaboración con las instituciones en tono a un plan de alternativas de empleo en proyectos industriales que pudieran instalarse en la zona» y lamentó haber recibido la negativa a considerar cualquier debate sobre este asunto.
Propuestas La dirección indicó que las alternativas que ha presentado al comité suponen la recolocación directa de 92 trabajadores, el outplacement o búsqueda de empleo a través de una consultoría creada para ello para 33 operarios, el autoempleo para 15, el traslado para 10, prejubilaciones para otros 10 mayores de 55 años, y bajas incentivadas con 55 días por año trabajado para 31. En la reunión del martes el comité se negó a abordar estas medidas mientras la empresa no concrete en qué proyectos está pensando para formalizar las recolocaciones.
Por otro lado, la empresa denunció «las agresiones sufridas por los representantes de la dirección» que se produjeron al finalizar este encuentro. La dirección calificó los hechos, en los que señaló que varios directivos fueron zarandeados y empujados por algunos trabajadores, como «intolerables cometidos por una minoría irresponsable»y dijo que «ponen en riesgo la continuidad del diálogo». Además, exigió al comité de empresa que «propicie las condiciones para que ese diálogo se desarrolle en «un clima de absoluta normalidad». Por otro lado, Ezker Batua acusó a la Diputación de de Bizkaia de ser la «inductora encubierta» de la recalificación de los terrenos de Reckitt y pidió la dimisión de toda la Corporación de Gueñes por aprobar en pleno la conversión de la parcela de la empresa en suelo urbano residencial.
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