Siguen apareciendo avances informativos que colocados entre las intervenciones más disparatadas de los magazines más cutres producen una ruptura en el discurso que solamente se puede aliviar con los anuncios, que se convierten, a la postre, en el único nexo de unión entre las parrillas de cada cadena y de unas con otras. Los avances ordinarios son una cuña publicitaria; los extraordinarios, un susto. Las promociones de programas se están convirtiendo en un género que acapara bastantes minutos de las parrillas, y se camuflan como programas propios. Pasó con “El casting de OT”, que ya ha aparecido en la noche del domingo para recordarnos que la vida sigue igual, que hay muchas personas dispuestas a llorar ante la cámaras, a mostrar sus ilusiones, sus emociones y hasta a cantar para alcanzar la fama. Cada participante es un mundo, pero todos son mundos muy parejos, que se simulan a sí mismos, y que se reproducen como si todos los mundos fuesen inmundo de tópicos. Los participantes llegan más resabiados, más preparados, se han formado en academias que les preparan para pasar estos castings. Esperamos. Pero a la vez que arrancaba OT, Cuatro ofreció un avance, un reportaje promocional de “House”. Por cierto, muy bien planteado, sin apenas aventurar nada de los contenidos que veremos dentro de nada, y con entrevistas a los protagonistas y a los productores. Un buen reportaje que nos demostró que el actor que hace de House es un gran profesional, inteligente, muy atractivo, con gran experiencia y que tiene una voz magnífica que el doblaje nos la priva. El resto de actrices y actores demostraron exactamente lo mismo: saben lo que están haciendo, saben estar ante las cámaras, no contestan en los parámetros de tópicos acostumbrados y hasta los productores nos dieron pistas de cómo funciona la industria, de lo que ellos pensaron al principio y de cómo la propia cadena les fue variando la idea hasta dar con lo que ahora vemos y disfrutamos. Un éxito que se extiende de manera imparable. Fue un reportaje que estuvo a la altura, tanto formal, como de contenidos, muy bien llevado en el contacto personal y en la estructura. Una buena aproximación al corazón de la serie. -