EEUU y Japón promueven en la ONU «duras sanciones»
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenaron duramente el ensayo nuclear realizado por Corea del Norte. Amenaza a la seguridad mundial, desafío y provocación fueron algunos de los calificativos que mencionaron, paradójicamente, los líderes de las mayores potencias nucleares del mundo. Todos reclaman un «duro» castigo.
DONOSTIA
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó por unanimidad la prueba nuclear efectuada ayer por Corea del Norte y solicitó estudiar una resolución para imponer sanciones al Gobierno de Kim Jong-il. Además, los miembros del Consejo llaman a Corea del Norte a que vuelva a las negociaciones a seis bandas (China, Japón, Rusia, EEUU y las dos Coreas para que abandone su programa nuclear y todo lo relacionado con misiles», manifestó el presidente de turno del Consejo, el embajador japonés, Kenzo Oshima. Japón y Estados Unidos hicieron frente común para promover la vía de la imposición de sanciones a Corea de Norte. Ambos pretenden que se aplique el polémico Capítulo VII de la Carta de la ONU, que autoriza la imposición de sanciones económicas y diplomáticas, y también contempla la intervención militar. Pese a desconocerse los detalles de la propuesta, fuentes del Consejo indicaron que el embajador estadounidense, John Bolton, barajó la posibilidad de inspeccionar los cargamentos que entran y salen de Corea del Norte o un embargo de armas total, así como también la congelación de activos financieros asociados con los programas nucleares. EEUU cuenta ya con el apoyo británico y francés. No obstante, aunque China y Rusia han condenado firmemente la prueba nuclear, no es de esperar un apoyo de estos países miembros permanentes del Consejo de Seguridad a la invasión de Corea del Norte.
Rusia y China, más comedidos El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró que el ensayo ha supuesto «un grave perjuicio para el proceso de no proliferación nuclear en el mundo». China dijo estar «resueltamente en contra» de la prueba y pidió a Pyongyang que cumpla su compromiso de «desnuclearización en la península coreana».
Mucho más duro se mostró Corea del Sur. Su presidente Roh Moo-Hyun calificó el acto como una «provocación intolerable» y ha puesto en alerta al Ejército y reforzado las tropas surcoreanas estacionadas en la frontera con Corea del Norte.El presidente de EEUU, George W. Bush, el país con más armamento atómico del mundo, aseguró que «la comunidad internacional responderá a la amenaza». Otra potencia nuclear, Israel, tachó de provocación la prueba. El diputado laborista, Efraim Sne, culpó de la prueba a la «debilidad» de la comunidad internacional, a quien acusó de «hacer la corte a estados parias». También condenaron la prueba nuclear norcoreana la UE, la ONU y la OTAN.
Irán, «a favor de un mundo sin armas»
El portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores se abstuvo de opinar explícitamente sobre el ensayo de Corea del Norte pero dijo que «la postura de Teherán con respecto a las pruebas atómicas es clara: Irán básicamente está a favor de un mundo sin armas nucleares», informó la televisión.
Prohibición universal de pruebas nucleares
El director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, abogó por «encontrar una solución negociada» con Corea del Norte y reiteró la «necesidad urgente, más que nunca, de establecer una prohibición universal y legalmente vinculante para pruebas nucleares».
Críticas de otras potencias nucleares
Pakistán e India «deploraron» la prueba nuclear como un «acontecimiento desestabilizador para la región» y lamentaron que Pyongyang haya ignorado a la comunidad internacional. Ninguna de las dos potencias nucleares del sur de Asia ha firmado nunca el Tratado de No Proliferación Nuclear.
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