El Museo Guggenheim presenta a Beuys, Darboven, Kiefer y Richter
El Museo Guggenheim inaugura hoy una nueva exposición, dedicada a Joseph Beuys, Hanne Darboven, Anselm Kiefer y Gerhard Richter, cuatro autores con un importante peso dentro de la colección propia de la pinacoteca. Cuatro artistas de origen alemán, con formas muy distintas de trabajar aunque con un interés común por reflejar el paso del tiempo y la historia. Además de las pertenecientes a los museos Guggenheim, la muestra incluye piezas procedentes de otras instituciones.
BILBO
La exposición ‘‘Pasajes: Beuys,Darboven, Kiefer, Richter’’ ocupa toda la segunda planta del museo bilbaino. La selección comisariada por Tracey R. Bashkoff abarca técnicas, materiales, temas y enfoques muy variados. Las obras proceden, en su mayoría, de los museos Guggenheim de Nueva York, Berlín y Bilbo. Con objeto de ofrecer un recorrido completo por la práctica de estos artistas, se han añadido piezas procedentes de otras entidades, como es el caso de un conjunto casi completo de los ‘‘múltiples’’ de Joseph Beuys y parte del proyecto ‘‘Atlas’’ de Richter.‘‘Pasajes’’ dedica varias salas a Joseph Beuys. La tierra, los animales y la muerte fueron algunos de los temas que le obsesionaron. Por ello venados, liebres o abejas aparecen de forma recurrente en su producción, al igual que materiales como el fieltro, la grasa, el cobre o el hierro, la curación ritual y la transformación alquímica, y la utopía política en constante desarrollo. La exposición que se abre al público hoy cuenta con la monumental instalación ‘‘Rayo iluminando un venado’’, que el artista completó un año antes de su fallecimiento. Esta pieza encajaría en lo que Bauys vino a denominar «escultura social». Creyó que era mejor estimular las ideas que representarlas y esperaba «iluminar o rejuvenecer» a la sociedad con la energía de su pensamiento creativo. Dentro de su trayectoria artística, fue fundamental la producción de ediciones o ‘‘múltiples’’ realizados con todo tipo de materiales. Entendía el autor que ésta era una manera de llegar a un público más amplio y que la persona que adquiría alguno de sus ‘‘múltiples’’ se ponía en contacto con él. En Bilbo se pueden contemplar alrededor de 570, entre libros, grabados, dibujos... El apartado dedicado a Anselm Kiefer puede considerarse un adelanto de la muestra que el Guggenheim le dedicará en marzo. Nacido meses antes del fin de la II Guerra Mundial, Kief creció en un país marcado por ésta. Quizá por ello se sintió atraído por la historia y la mitología de su país, interés que se refleja en sus cuadros. Fue uno de los máximos representantes del Neoexpresionismo, un movimiento caracterizado por la pincelada gestual y violenta, y el retorno al ámbito personal. En Bilbo se muestran algunos lienzos realizados a escala monumental, además de tres libros, una parte importante de su producción. Hanne Darboven está representada por su homenaje a Picasso. Se trata de una construcción que cubre casi por completo las paredes de la sala 203. Entre 1995 y 1996, Darboven trabajó diariamente para crear un registro de la década de los 90, 270 paneles de texto, con referencias a los hechos acontecidos en esos años. Al tiempo, la obra señala a Picasso como el creador más célebre del siglo XX. Por ello incluye una serie de esculturas relacionadas con el artista malagueño. Se puede escuchar también una obra orquestal escrita por ella. Por otro lado, ‘‘Atlas’’ pone de manifiesto el vínculo de Gerhard Richter con la fotografía. Este ha creado un gran archivo enciclopédico de imágenes, tomadas de distintas fuentes, que van desde los años sesenta hasta la actualidad. En total, se pueden ver 450 de los 750 paneles que forman este documento con referencias históricas y personales. El conjunto representa el intento del artista por hacer el mapa del mundo que le rodea.
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