Elkartzen destaca la lucha por los derechos sociales como medio para frenar la pobreza
·Centra sus demandas en la politica fiscal, la vivienda, los ingresos minimos y la participacion social
La plataforma contra la exclusión Elkartzen aprovechó la celebración del Día Internacional contra la Pobreza para destacar la lucha en defensa de los derechos sociales como método para frenar la pobreza en Euskal Herria. El reparto más justo de la riqueza, la garantía del derecho a la vivienda, unos ingresos por encima del umbral de la pobreza y la participación social activa serán los ejes de sus movilizaciones este curso.
GASTEIZ
En opinión de Elkartzen, celebraciones institucionalizadas como la de la jornada de hoy contra la pobreza sirven «para lavar las vergüenzas de políticos y estamentos vinculados al poder». Sin embargo, aprovechó la conmemoración para denunciar ayer la actuación de estas instituciones y del modelo económico actual, así como las situaciones de precariedad «que se están generalizando en Euskal Herria».Aitor Balda, miembro de la plataforma, destacó que frente a «la imagen de sociedad ideal» que transmiten «políticos como Ibarretxe o Sanz», la realidad diaria de miles de personas nos lleva a afirmar que estamos asistiendo a un tránsito del Estado de Bienestar a un nuevo orden social precario que se basa en la inseguridad. Frente a ello, propuso «la organización y la lucha diaria» en defensa de los derechos sociales para superar las situaciones de precariedad y pobreza. Concretamente, para el nuevo curso, Elkartzen anunció que se marcará como uno de sus principales objetivos el reparto de la riqueza mediante los presupuestos de las instituciones que comienzan a elaborarse ahora, y de las políticas fiscales.
Vivienda pública en alquiler También iniciará a principios de año una nueva campaña con movilizaciones por el derecho a la vivienda. En esta campaña reclamará la creación de parques públicos de vivienda en alquiler con precios acordes a los ingresos de las personas inquilinas y dando preferencia a la utilización de las viviendas vacías.
En este sentido, Balda subrayó que una parte importante de la población no puede acceder a la vivienda en el mercado libre, con precios alrededor de los 300.000 euros, ni al de alquiler, donde los precios superan los 750 euros mensuales, o bien lo hace a costa de eliminar otro tipo de consumos. En cuanto a la política de vivienda que llevan a cabo las instituciones, criticó que está basada en las Viviendas de Protección Oficial en propiedad, para cuyo acceso se exigen ingresos anuales de al menos 9.000 euros. Asimismo, recordó que existen alrededor de 250.000 viviendas vacías en Euskal Herria. Por otro lado, Elkartzen insistirá en la reclamación de unos ingresos que se sitúen por encima del umbral de la pobreza, (calculado en 804 euros al mes), bien a través de sus rentas de trabajo o bien a través de prestaciones. Según la plataforma, hasta 900.000 personas viven con ingresos inferiores a este umbral en Euskal Herria. Finalmente, Balda señaló que Elkartzen quiere impulsar la participación social activa de todas las personas. Para ello, juzga necesario el reparto de trabajo y la exigencia de la garantía de servicios sociales públicos. A su juicio, este reparto pasa por la reducción de la jornada laboral, la denuncia de «la precariedad que se concreta en horas extra, eventualidad y ritmos intensivos a los que nos tiene sometidos la patronal y cuya consecuencia más grave son los más de cien accidentes laborales mortales que anualmente se produce en Euskal Herria». A su vez, recordó «la necesidad imperiosa de repartir el trabajo doméstico, que en la mayoría de las ocasiones recae únicamente en las mujeres. Por último, las campañas de Elkartzen incidirán en poner límite al proceso de privatización de los servicios sociales que se está generalizando en nuestra sociedad. Análisis, interpelaciones a las instituciones, partidos y sindicatos y movilizaciones en la calle serán parte de esta campaña de lucha por los derechos sociales cuya defensa Elkartzen estima como «un paso en la transformación social».
Ondasuna zabaldu eta esku gutxitan bildu
GARA
GASTEIZ Euskal Herrian gero eta ondasun gehiago sortzeko gai bagara ere, ondasun hori banatzeko modua ez da bidezkoa eta, horren ondorioz, gero eta jende gehiagori zailagoa egiten zaio bere lan eta giza eskubideak bermatzea. Hori nabarmentzen du Elkartzen-ek pobreziaren aurkako egunaren ospakizunean. Erakunde horren arabera, Euskal Herrian sortzen den ondasuna nahikoa da biztanle guztiek lan eta giza eskubideak bermatuta izateko, «baina ondasun hori gero eta esku gutxiagotan biltzen ari da». Bankuek, kutxek eta aseguru-enpresek «espekulazioren eta higiezinen negozioen bitartez» lortutako etekinak inoiz baino handiagoak direla gogorarazi du Elkartzen-ek. Esaterako, Kutxak Marbellan babestutako inbertsioak edo aurtengo lehenengo sei hilabeteetan BBVAren 3.000 milioi euro baino gehiagoko irabaziak nabarmendu zituen. Halaber, Barne Produktu Gordineko zati handiena (%54) kapital eta finantza errentek eskuratzen dute, baina funtsa komunean jartzean langileek %80 jartzen dute. Erakundeen babesa Aldi berean, Elkartzen-en datuen arabera, Euskal Herrian ia 900.000 lagunen diru-sarrerak pobreziaren mugaren azpitik daude (804 euro hilabetean). Horien egoera aldatzeko erakundeek ez dutela ezer egiten ere salatu zuen. «Alderantziz, babestu egiten dute eta modu berean jarraitzea errazten dute», legeen eta lan-erreformen bidez. Aldi berean, Elkartzen-ek gastu soziala murrizten dutela salatu zuen, eta dagoeneko Europar Batasuneko batez bestekoa baino zortzi puntu txikiago dela adierazi zuen. Gastu sozialetik kendutako dirua azpiegitura handiak (AHT, urtegiak, zentral termikoak, autobideak...) ordaintzeko erabiltzen dutela gaineratu zuen bazterketaren aurkako erakundeak. Presupuestos e impuestos para repartir la
riqueza
Unos presupuestos públicos participativos y una política fiscal adecuada son las demandas de Elkartzen para frenar la pobreza. Frente al recorte de gasto social, propone que las cuentas públicas eviten «partidas multimillonarias para proyectos innecesarios como el TAV» y tengan en cuenta las necesidades de la población. A la vez, los impuestos deben servir para repartir la riqueza, ya que «son las rentas de trabajo las que más aportan al bote común en la recaudación». -
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