Aumenta la presión en Israel para que dimita el presidente Katzav
·La Policía aconseja procesar al jefe de Estado por delitos de violación, agresión sexual y prevaricación
JERUSALEN
El presidente israelí, Moshé Katzav, cedió finalmente a las presiones de un grupo de diputados que amenazaba con boicotearlo y no participó ayer en una sesión inaugural del Parlamento o Kneset israelí. «El presidente nos ahorra la vergüenza», afirmó la diputada Zehava Galón, del partido Méretz, tras conocer la decisión. Galón encabeza la campaña parlamentaria para forzar al presidente a dimitir, después de que el pasado domingo la Policía presentara su informe al asesor jurídico del Gobierno, Menahem Mazuz, con la recomendación de procesarlo.
Pruebas suficientes De 61 años y presidente desde 2000, Katzav es sospechoso de dos delitos de violación de funcionarias, tres o cuatro de agresión sexual, acoso, prevaricación, obstrucción a la justicia, escuchas telefónicas a sus funcionarios, malversación de fondos públicos y violación de la confianza.
Los agentes de la Policía que investigaron su caso aseguraron que tienen pruebas suficientes contra él en esas sospechas y le comunicaron que continúan la investigación de otro supuesto delito, el de vender indultos presidenciales, sobre el que tienen indicios pero no pruebas consistentes. Desde que se conoció el contenido del informe policial, ha aumentado vertiginosamente el número de diputados que amenazaban con no participar en la sesión parlamentaria si el presidente la encabezaba, como es costumbre en estos casos. Los diputados más críticos con el presidente insisten en que, después de conocerse el informe policial, Katzav debe dimitir o, cuanto menos, suspender todas sus funciones hasta que el asesor jurídico, Mazuz, decida si lo lleva o no a juicio. El abogado del presidente, Tzion Amir, confirmó que, si el caso llega a los tribunales, el jefe del Estado dimitirá de su cargo.
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