BILBO
Un juez dejó en libertad sin cargos a A.M.J., quien presuntamente intentó que su bebé fuera atropellado el pasado domingo en Bilbo, aunque dictó una orden de alejamiento del menor y le ha quitado la patria potestad. Según fuentes judiciales, el pequeño permanece bajo la tutela del servicio de menores de la Diputación de Bizkaia, y el juez de guardia dictó un oficio para que el Departamento de Bienestar Social y la fiscalía adopten las medidas necesarias para garantizar su protección.
Según el relató de un testigo a la Ertzaintza, una mujer intentó en reiteradas ocasiones que el carrito en el que llevaba a su bebé fuera atropellado por los vehículos que circulaban por la calle La Merced. Uno de los conductores que esquivó a la madre y al carrito se apeó de su automóvil y recriminó su actitud a la mujer, que habría volcado entonces el carrito del bebé; el niño cayó y se golpeó la cabeza. El testigo recogió al bebé y llamó a un taxi, mientras la madre mostraba, según ese relato, un estado de gran excitación. Los ertzainas comprobaron el golpe sufrido por el bebé y evidentes síntomas de abandono.
El juez ordenó ayer la puesta en libertad sin cargos de la mujer ante la ausencia de testigos y porque no existen otros testimonios que corroboren el relato.
Las consecuencias persisten
Las consecuencias de la violencia infantil sobre la salud y el desarrollo de los menores maltratados persisten durante la edad adulta y están relacionadas con un amplio abanico de comportamientos de riesgo, como el abuso de las drogas y del alcohol, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la presentación de un manual sobre la prevención del maltrato infantil se indica que el impacto de dicha violencia durante la infancia provoca posteriormente cerca del 6 por ciento de los casos de depresión y de los de abuso o dependencia de narcóticos; es responsable del 8 por ciento de los intentos de suicidio, del 10 por ciento de las crisis de pánico y del 27 por ciento de los desórdenes de estrés postraumático.