MADRID
El Congreso español somete esta tarde a votación las cinco enmiendas a la totalidad presentadas contra los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2007 elaborados por el Ejecutivo que lidera José Luis Rodríguez Zapatero. Entre las formaciones que rechazan las cuentas están el PNV y EA.El voto de los jeltzales puede ser clave para que el proyecto del Gobierno no caiga en el primero de sus trámites parlamentarios. Ayer mismo, el portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, manifestaba que iban a apurar la negociación y que estaban dispuestos a retirar su enmienda si se llegaba a un acuerdo.
Al cierre de esta edición no se había concretado este último extremo. De esta forma, los diputados que forman parte de los grupos parlamentarios que han solicitado la devolución del texto (PP, CiU, ERC, PNV y EA) rozarían la mayoría absoluta al sumar un total de 174 escaños.
Por contra, el PSOE cuenta con el apoyo de sus 164 diputados y confía en que Coalición Canaria (CC), el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Chunta Aragonesista (CHA) y Nafarroa Bai (NB) rechacen las enmiendas de totalidad. Todos ellos llegarían a sumar 171 votos.
Los cinco escaños de IU-ICV tendrían en este caso la capacidad de inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Ayer por la tarde, la Comisión Permanente de Izquierda Unida Federal ratificó, por amplia mayoría, abstenerse en la votación.
Garante de la estabilidad
No obstante, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, había asegurado por la mañana que su formación apoyará los PGE para evitar que se ponga en riesgo la estabilidad del Ejecutivo en el caso de que prosperen las enmiendas de totalidad. Sobre este tema, la Comisión Permanente señaló que no dejará que se intente «mezclar» su defensa de unos presupuestos «nítidamente sociales y de izquierdas» con los intereses de «desestabilización política que persigue la derecha del PP» o con objetivos de formaciones vascas o catalanas que pueden «provocar desequilibrios territoriales».
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aseguró en tono críptico que el Gobierno Zapatero cuenta con la «mayoría suficiente» para afrontar el debate, aunque no quiso desvelar cómo va a conseguir los votos que necesita.
El pasado viernes, el PP alertó de una posible «triquiñuela parlamentaria» por parte del PSOE para que las cinco enmiendas se voten individualmente y no en bloque, como es habitual.
Si ningún grupo retirase su enmienda, la votación en bloque supondría la devolución de los presupuestos, mientras que con el voto particular sería más complicado que los partidos aunaran sus posturas. La modalidad de votación se decidirá en la Junta de Portavoces que tendrá lugar antes del Pleno del Congreso.