DONOSTIA

También se muestra la evolución que ha tenido el arte de Hernández Mendizabal: «La pintura de este autor se conectó en sus primeros momentos al realismo social crítico (1960), para pasar posteriormente al realismo mágico paisajístico (1970), hasta desembocar en una figuración y abstracción expresionista (1980-2000) de carácter más sintético y cubista que realiza hoy día (2000-2006)», explica el comisario Edorta Kortadi.

En la planta 1 están recogidos los primeros trabajos del donostiarra, realizados entre los años 1961 y 2000. Nada más entrar en la sala, Hernández Mendizabal recuerda a los artistas que tanto influyeron en sus creaciones: Ascensio Martiarena, Manuel García, José Camps, Jorge Oteiza... «Tuve mucho contacto con este último. Me apoyaba y me daba impulso para continuar con mi tarea. Era un gran psicólogo, un árbol vital para los artistas guipuzcoanos. Su filosofía de vida y su manera de entender el arte fueron fundamentales para mí».

En esa primera planta el visitante podrá apreciar cómo pasó el artista de dibujar figuras a realizar cuadros abstractos. «Es el mismo cuerpo el que pide el cambio. Todos los amaneceres son distintos y no hay que estancarse nunca, tampoco en el arte ­considera­. No tiene chispa saber cómo va a acabar un cuadro».

Un gouache de 1961 ganó el segundo premio en pintura en el Certamen Provincial de Arte. «Es un retrato de mi hermana totalmente esquemático», explica Hernández. Hay también cuadros más costumbristas que muestran los barcos del puerto, las Peñas de Aia, la subida a Urgull, el monte Ulia y el mar en el muelle.

Hernández trabajaba mucho en el monte y dibujó infinidad de paisajes, todos ellos de su ciudad, «por comodidad, más que nada». Asegura que la montaña le da una visión de la composición sin darse cuenta: «Se produce una comunión de todas las formas de trabajar».

En 1968, logró el primer premio en dos certámenes: en el de Elías Salaverria por un abstracto óleo en madera y en el Provincial de Arte Donostia por un lienzo. En esa época Hernández creó dos concursos: el Gran Premio Pintura Vasca y el Premio Pintura Infantil. «Duraron diez años, de 1964 a 1974, y desde entonces se han llevado a cabo pocas iniciativas como esas en la ciudad», dice.

En la planta 0 están los trabajos más recientes, creados a partir del 2000. «En estos últimos años he utilizado colores planos y más vivos. No me he complicado con sutilezas y sombreados», comenta. «Todos son frutos de la espontaneidad, de un cúmulo de sensaciones que me provoca la vida que veo a mi alrededor, en las calles, en los barrios y en las fiestas. Es como un ballet. Las sensaciones son algunas veces alegres y felices, otras tristes y sombrías».

Ha dibujado, por ejemplo, sobre los recuerdos de la niñez: «Hacíamos teatro en la calle. Trazábamos unas líneas en el suelo con tiza para señalar dónde se tenía que sentar el público. Los mayores nos cobraban a los pequeños por ver el espectáculo y el precio variaba según la fila».

La denuncia social está muy presente en las últimas esculturas y pinturas de Hernández. «La escultura ‘Utópatas’, de 2004, es un pequeño homenaje a los trabajadores que luchan por sus derechos;la pintura ‘Jungengeim’ denuncia el dineral que se gastó para crear el museo yotro trabajo recoge la huelga de La Naval».

La planta -1 está repleta de dibujos realizados con tinta china y plumilla, sin utilizar rotulador. Aparecen tejados de la parte vieja de Donostia, la Torre Valencia,el salón Gran Casino y el kiosko del Boulevard, entre otros muchos lugares característicos de la ciudad.

«Es como un hilo que viene de atras y te engancha»

«Un señor amigo me enseña una foto enmarcada en negro en la que están Jesús Olasagasti y Pablo Picasso en la terraza del Club Náutico de Donostia, en 1934. Dos grandes de la pintura. Pintura, ¿algo serio? Es como un hilo que viene de atrás, atrás, atrás, que coge un no se qué y te engancha. Creo que no tiene la mínima importancia, sólo la que le da alguien alguna vez porque quiere». Esa es la reflexión que escribió Tomás Hernández Mendizabal el 11 de julio de este año. -