BISHKEK
Año y medio después de que una «revolución» al estilo de las realizadas en Georgia y en Ucrania acabara con quince años de Presidencia de Askar Akaiev, la ex república soviética centroasiática de Kirguizistán es escenario estos días de un nuevo intento de derrocar a su sucesor, Kurmanbek Bakiev.La oposición logró reunir ayer a 2.500 manifestantes en el centro de la capital en el segundo día de protestas. Unos cientos de irreductibles se aprestaban a pasar una segunda noche en tiendas de campaña en el centro de la capital.
La oposición exige una reforma de la Constitución que limite los poderes del presidente. Y es que desde marzo de 2005 el país es escenario de protestas contra la corrupción y el nepotismo de Bakiev.
Este último acusa a la oposición de intentar perpetrar un golpe de estado.
La televisión estatal KTR dio marcha atrás en su decisión de permitir a la oposición exponer en directo y durante media hora sus demandas.