La derrota del jueves ante el Lens ha acabado de confirmar, por si había alguna duda, que Osasuna atraviesa un mal momento. Al equipo rojillo no sólo le sigue costando ver puerta, sino que además parece haber perdido la solidez defensiva a la que se aferró en jornadas anteriores, con lo que ha pasado de los insípidos empates a las peligrosas derrotas.El propio José Angel Ziganda reconocía, a la conclusión del encuentro del Felix Bollaert, sentirse «inquieto, porque no estamos bien y, además, cada día que pasa estamos un pelín peor». No le falta razón:la imagen del equipo, al que le cuesta horrores meterse en los partidos y más aún ver puerta, deja bastante que desear y la fortuna que a veces disimula la falta de juego tampoco aparece por ningún lado, con lo que el equipo encadena malos resultados una jornada tras otra.
Son ya ocho los encuentros consecutivos que acumula la escuadra navarra sin conocer la victoria. Desde que se impusiera el Balaídos el pasado 24 de septiembre, Osasuna ha sumado cinco empates y tres derrotas entre Liga, Copa y Copa de la UEFA. Como consecuencia, se encuentra peligrosamente cerca de los puestos de descenso apenas cuatro puntos de ventaja en el torneo doméstico, se ha complicado la clasificación en el europeo y sólo en el del k.o. parece mantener sus posibilidades intactas.
Siempre y cuando el próximo miércoles sea capaz de hacerle un gol a la Peña Sport cosa que no consiguió en el encuentro de ida, su gran asignatura pendiente. No en vano esos ocho partidos que se han saldado sin victorias se han traducido, al mismo tiempo, en solo dos tantos del cuadro rojillo, el segundo menos goleador de Primera empatado a cinco dianas con la Real y sólo por encima del Espanyol, que apenas ha logrado marcar cuatro.
Afortunadamente, los de Ziganda se han mostrado más entonados a la hora de defender de ahí la rentabilidad de sus escasos goles pero, en las últimas jornadas, parece que empiezan a perder también esta facultad, lo que puede acabar de meterles en un lío. En sus cuatro últimos compromisos, sólo la Peña Sport ha sido incapaz de batir la meta iruindarra, frente a Valencia, Athletic y Lens, que sí lo han hecho.
De manera que, ahora mismo, el técnico no sólo tiene que insistir en la concentración del equipo a la hora de atacar, sino también a la hora de defender. Doble reto para un equipo al que la concentración de compromisos se le está atragantando. Como admite Ziganda, Osasuna sólo compite y recupera, lo que le deja casi sin tiempo para preparar los partidos.
Y lo que te rondaré, porque de aquí al parón navideño el calendario no les concede una sola tregua a los rojillos, con lo que puede que éste no sea el mejor momento para dejarse llevar por los nervios.
Polos opuestos
A mínimo plazo tampoco, teniendo en cuenta que Osasuna visita mañana a uno de los rivales más complicados de la categoría. Un Sevilla en situación diametralmente opuesta a la de los rojillos.
El equipo de Juande Ramos también afronta tres competiciones, pero la experiencia es un grado la chequera también y parece afectarle lo justo. A la espera de lo que le depare la Copa de la UEFA de momento sólo ha sumado un punto en la fase de grupos ya que este jueves ha descansado, en la que aspira a revalidar el título, de momento camina con pie firme en los otros dos torneos. Tiene la clasificación para la siguiente ronda copera al alcance de la mano, tras derrotar por la mínima a la Gimnástica en Segovia, y otro tanto sucede con el liderato en Primera. Puede, de hecho, hacerse con él mañana mismo, a expensas de lo que pase también con el Barcelona, que sólo le aventaja en un punto.
Ambición y confianza no faltan a orillas del Nervión. José María del Nido aseguraba el jueves que todo lo que sea acabar la Liga por debajo del sexto puesto será un fracaso y Daniel Alvés daba ayer un pasito más. «El Sevilla ha ido cada año a más y tiene un proyecto muy grande. Creo que si mantenemos este nivel pelearemos por la Liga», aseguró.
Lo cierto es que en el Sánchez Pizjuán se van a juntar el hambre y las ganas de comer. Frente a la mala racha de Osasuna, el Sevilla acumula tres victorias consecutivas;si los rojillos no aciertan entre los tres palos, su anfitrión entre los que se encuentra el actual pitxitxi, Kanouté es el segundo equipo más realizador de la categoría;si a los de Ziganda les cuesta casi más sacar los partidos en el Sadar que a domicilio, los de Juande Ramos son, junto a Deportivo y Valencia, los únicos que firman el pleno, con cuatro triunfos en otros tantos encuentros en su estadio...
«Derbi»
Osasuna, además, se va a encontrar con un ambiente de lo más calentito. Las colas son incesantes estos días en las taquillas del Sánchez Pizjuán, que puede alcanzar el lleno.
En la capital andaluza hay quien habla incluso de un derbi. Y es que a la afición sevillista no se le olvida que Osasuna sólo ha perdido en cuatro de sus diez últimas visitas y que, además, las dos últimas se han saldado con victoria rojilla. Será la única racha que los navarros deberán prolongar mañana. -
DONOSTIA