Manex ALTUNA
BILBO

El revuelo levantado por el anunció que realizó el lunes ESAIT provocó que la presentación del partido ante Serbia levantara más expectación que nunca. La plataforma señaló que no apoyará el partido de navidades de la selección Vasca por la falta de compromiso de la Federación a la hora de dar más pasos y reclamar la oficialidad y el incumplimiento de los acuerdos adquiridos.

Llegar a un entendimiento parece complicado tras escuchar ayer las palabras de Iñaki Dobaran, presidente de la Federación de la CAV, que incluso declaró que ESAIT ha tratado de imponer sus propuestas y se quejó de por qué tienen que pagar ellos un peaje.

«Lo que dijimos desde el primer día es que si querían colaborar podían hacerlo cuanto quisieran. Pero colaborar no es venir a decirte cómo tienes que hacer las cosas y qué es lo que tienes que hacer. Si no lo haces cómo te dicen, atente a las consecuencias. Y las consecuencias son dejarnos empantanados y dar la sensación de que nosotros somos unos bichos raros para la sociedad», aseguró.

Para el presidente de la Federación «las divisiones en ninguna sociedad son positivas. No nos satisface que surjan estos problemas, pero entendemos que las cosas tienen que ser de una manera determinada. Estamos trabajando en una organización con unos parámetros que están ahí, no los hemos inventado. Tenemos que respetar la legalidad y lo que nos permiten hacer las leyes».

Por otra parte, señaló que también deben respetar cómo está organizado el fútbol en referencia a la Federación española ya que según reconoció «los permisos se consiguen en Madrid». Pese a la falta de respaldo de ESAIT, Dobaran espera que San Mamés «registre una gran entrada» y «roce el lleno».

A Dobaran se le cuestionó qué sentido tienen los partidos de la selección si la revindicación debe quedarse fuera del campo y contestó que «mantener viva la llama y que nuestra selección esté en el escaparate mundial sabiendo en qué nivel nos movemos. Si algún día las cosas cambian, las leyes cambian y la situación es diferente, cosa que nosotros no podemos hacer por cierto. Para que en ese momento tengamos una selección con un historial y un un baremo que deportivamente diga que esta selección puede ser interesante».

«Lo que tenemos que hacer es lo que podemos, movernos dentro de lo que nuestra organización nos lo permite. Son las leyes deportivas las que están ahí. No las podemos cambiar. Lo podemos decir todas las veces que queremos que nos gustaría ser oficiales. Lo hemos hecho, pero no se ha valorado», añadió.

Dobaran insistió en que «no se tienen en cuenta los pasos que ya hemos dado. Hemos ido a jugar a Irlanda y los irlandeses han venido aquí. Ha venido la selección argentina femenina a jugar un partido aquí. No sé si no nos hemos enterado, pero esos son pasos. Ahí es donde van nuestros dineros, no al bolsillo de nuestros directivos como alguien ha acusado de una manera injusta y calumniosa y determinado medio de comunicación le ha dado cobertura».

Asimismo, Dobaran señaló que no le gusta que los jugadores expresen su opinión y reclamen la oficialidad puesto que están para jugar al fútbol y no para tomar posturas políticas. Si bien Iribar matizó que los seleccionadores dan total libertad para que los jugadores hagan lo que crean conveniente en su tiempo libre.